Como lo había anunciado, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, solicitó la adhesión de su país a la Corte Penal Internacional (CPI). La ANP había promovido ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas una resolución que fue rechazada el martes y que fijaba un plazo de tres años para terminar con la ocupación de sus territorios por parte de Israel. Había anunciado que si esta iniciativa no prosperaba se enfocaría en trabajar para que Palestina ingresara a diversos ámbitos internacionales.

Las autoridades palestinas contaban con reunir el martes en el Consejo de Seguridad los nueve votos necesarios para aprobar el texto -algo que habría obligado a Washington a vetarlo-, pero faltó el apoyo de un país. Se esperaba que Nigeria apoyara la resolución, pero se abstuvo -al igual que Reino Unido, Ruanda, Lituania y Corea del Sur- debido a lo que parecen haber sido, según la agencia de noticias Efe, fuertes presiones de Israel y Estados Unidos. Este último país, junto con Australia, votó en contra de la resolución.

Abbas dijo el miércoles que Israel “avergüenza a Estados Unidos y no al liderazgo palestino”, y que Washington “está cada vez más aislado como resultado de defender las políticas israelíes” y evitar que ese país sea castigado. Además, tal y como las autoridades palestinas lo habían anunciado, ese rechazo motivó el inicio de “la segunda etapa” de su estrategia de inserción internacional, en la que busca el ingreso “a varias organizaciones mundiales”.

En ese marco, Abbas firmó 22 tratados internacionales, entre ellos el Estatuto de Roma de la CPI. La decisión permite que la corte tenga jurisdicción sobre los crímenes cometidos en los territorios palestinos e investigue diversos sucesos del conflicto entre Palestina e Israel. La corte dispone de un plazo de dos meses para aceptar o no la solicitud de adhesión.

“Ellos nos atacan a nosotros y nuestras tierras cada día, ¿a quién nos vamos a quejar? El Consejo de Seguridad nos defraudó, ¿a dónde vamos a ir?”, dijo Abbas en declaraciones emitidas por la televisión palestina, informó la agencia de noticias Reuters. “Queremos ir a las instituciones internacionales [...] y nos vamos a quejar ante ellas”, agregó el presidente palestino antes de firmar los documentos.

Sin embargo, el gobierno israelí dice que esa iniciativa también expone a los palestinos al riesgo de ser llevados ante esa corte con sede en La Haya. “Quien tiene que temer al Tribunal Penal Internacional es la ANP, que se sienta en un gobierno de unidad con Hamas, una organización terrorista bien conocida, como Estado Islámico, por sus crímenes de guerra”, advirtió en un comunicado la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El comunicado también asegura que las Fuerzas Armadas de Israel son “las más morales del mundo”.

En Estados Unidos la decisión tampoco fue bien recibida. También en un comunicado, Jeff Rathke, el director de la oficina de prensa del Departamento de Estado, expresó la “profunda preocupación” de su gobierno por esa acción “totalmente contraproducente” para el proceso de paz con Israel. A su entender, la medida “no hace nada para que avancen las aspiraciones del pueblo palestino de encaminarse hacia un Estado soberano e independiente”.