Los republicanos recuperaron ayer las riendas del Poder Legislativo en Estados Unidos y cuentan con mayoría en las dos cámaras. La 114ª sesión del Congreso fue inaugurada con la asunción de los diputados y senadores electos en octubre, y el Partido Republicano recuperó la mayoría en el Senado, que no tenía desde hacía ocho años, cuando el republicano George W Bush era presidente. De acuerdo con la agencia de noticias AFP, ese partido no tenía tantos escaños en la Cámara de Representantes desde 1930.

Se prevé que la prioridad de la mayoría republicana sea la aprobación de una ley que autorice la construcción del oleoducto Keystone XL, entre Canadá y Estados Unidos. Ese proyecto está demorado desde hace seis años por el gobierno de Barack Obama, del Partido Demócrata, debido a la oposición de la mayoría de los integrantes de su Partido Demócrata y de militantes ambientalistas. El gigantesco proyecto, al que los republicanos defienden como fuente de empleos, podría ser aprobado el viernes en la cámara baja, y el Senado va a trabajar en una iniciativa similar a partir de hoy.

Los republicanos consideran que la clave del crecimiento económico está en el crecimiento del sector de hidrocarburos, y por lo tanto están a favor de un aumento de la cantidad de pozos de petróleo, en particular en Alaska.

La oposición también piensa aprovechar su mayoría para frenar la emblemática reforma del sistema de salud, uno de los grandes logros de Obama. Algunos republicanos quieren dejar sin efecto esa norma, que obliga a tener seguro de salud, pero lo más probable es que la oposición apueste a modificarla, por ejemplo, haciendo que los empresarios deban pagar ese seguro a sus empleados sólo si éstos trabajan más de 40 horas por semana (hoy deben hacerlo a partir de 30 horas), atacando así una parte central del dispositivo.

Ante ésta y otras iniciativas, Obama tiene como arma el veto, al que sólo recurrió dos veces en seis años de mandato, mucho menos que sus antecesores (George W Bush lo hizo 12 veces, Bill Clinton, 37 veces y Franklin Roosevelt, 365 veces).

La otra herramienta que ya comenzó a usar para impulsar medidas varadas en el Congreso es la de los decretos o medidas ejecutivas. En noviembre anunció una medida ejecutiva para regularizar a unos cinco millones de personas que no tienen permiso de residencia pero sí hijos estadounidenses.

Pero estas medidas también podrían ser objeto de represalias republicanas: el 27 de febrero vence el financiamiento de la seguridad interior (que incluye las políticas de inmigración) y éste será sometido a votación del Congreso. En todo caso, ambos bandos deberán actuar teniendo en cuenta las elecciones previstas para octubre de 2016, y el peso que tendrá en ellas la población de origen inmigrante.