El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) se reunió de urgencia anoche tras un repunte de la violencia en Medio Oriente, en este caso entre Israel y el movimiento chiíta libanés Hezbolá.

Dos militares israelíes murieron por el impacto de un misil lanzado por Hezbolá como represalia por el ataque que Israel lanzó a mediados de enero en los Altos del Golán, que causó la muerte de seis integrantes de Hezbolá.

Como respuesta, Israel disparó fuego de artillería contra el lugar desde donde se había lanzado el misil. Presuntamente, como consecuencia de este fuego de artillería murió un soldado español que participaba en la misión de paz que tiene desplegada la ONU en el sur libanés. España exigió a la ONU una investigación “inmediata, exhaustiva y completa” sobre la muerte del soldado.

Ésa fue la primera respuesta de Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya aseguró que los responsables del ataque contra territorio israelí “pagarán el precio por sus acciones”.