La fiscal Viviana Fein, que lleva adelante la investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, reveló que el disparo que terminó con la vida de su colega fue efectuado a menos de un centímetro de su sien. Con esto la fiscal descartó un “trascendido” difundido por el diario Clarín y el canal TN que indicaba que el disparo se había efectuado a unos 20 centímetros, lo cual prácticamente habría descartado la hipótesis del suicidio.

Fein también señaló que el proyectil que fue extraído del cráneo de Nisman se corresponde con el arma calibre 22 que se encontró en el lugar del hecho, y ratificó la hora de muerte: cerca del mediodía del domingo.

Durante el fin de semana, medios argentinos hicieron hincapié en que supuestamente a la familia de Nisman -especialmente a su ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, querellante en la causa en representación de las dos hijas que tuvo con Nisman- se le había informado que se desconfiaba de los resultados de la autopsia y que se pediría un nuevo estudio realizado por peritos privados. Esta versión fue desmentida por Fein, quien dijo que no hubo petición de una segunda autopsia.

Fein también hizo algunas aclaraciones acerca de la presencia de una huella y una pisada reciente que se encontraron en la casa de Nisman en un pasaje pequeño al que se puede acceder desde los dos apartamentos del piso. En ese estrecho pasaje se encuentran los equipamientos del aire acondicionado y otros elementos de similares características. La fiscal aclaró que esas huellas eran de personal técnico que Nisman había solicitado.

Durante el fin de semana, la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, siguiendo una solicitud de la fiscal, prohibió la salida del país de Diego Lagomarsino, un técnico informático que trabajaba muy de cerca con Nisman, que le entregó el arma calibre 22 y que, según lo que ha revelado la investigación hasta ahora, fue la última persona que lo vio con vida. El viernes la Fiscalía intentó ubicar a Lagomarsino y no pudo; luego emitió un comunicado haciendo pública la solicitud de la fiscal, tras la cual el técnico se puso en contacto con Fein.

La Nación informó en base a fuentes cercanas a la investigación que Nisman ya había intentado obtener un arma por intermedio de uno de sus custodios, a quien le preguntó cómo podía hacerlo. Esto se contradice con otra información filtrada por los medios argentinos: Lagomarsino dijo que Nisman le pidió el arma porque le temía a su propia custodia.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, ordenó que se iniciara sumario administrativo a los custodios para determinar si “actuaron correctamente”. “Quiero saber hora por hora cómo fueron los acontecimientos” y “determinar qué hicieron minuto a minuto cada uno de los custodios del fiscal y por qué no se dio aviso inmediato cuando ya empezaron a sospechar que algo raro pasaba”, señaló Berni.

Muy extraño

A un tema que ha tenido idas y vueltas se le sumó ayer un nuevo episodio. El periodista argentino Damián Pachter, que por medio de Twitter dio la primicia de la muerte de Nisman, dejó Argentina y dijo que lo hacía “por miedo”. Pachter trabaja en los diarios Buenos Aires Herald y Ámbito Financiero (que son de la misma editorial) y a su vez era el corresponsal del diario israelí Haaretz. En una columna publicada ayer en ese diario Pachter cuenta una particular sucesión de eventos, incluyendo una conversación con una fuente, que lo llevan a sentir, dice, miedo por su seguridad, por lo cual decide autoexiliarse en Israel. Los medios argentinos indicaron que no habían sido informados por Pach- ter de estas amenazas. La única explicación que ensayó el periodista Pachter sobre por qué estaría siendo perseguido fue: “Les cagué el tema con ese tuit [en el que develó que Nisman había muerto]. Les cagué la operación”, sin agregar detalles.

La agencia oficial de noticias, Télam, publicó una nota sobre Pachter ilustrada con la versión electrónica del pasaje que el periodista había comprado en Aerolíneas Argentinas, en el cual aparece como destino Uruguay y como fecha de regreso el 2 de febrero. La imagen fue tuiteada tanto por Télam como por la Casa Rosada. Ayer la oposición exigió a Aerolíneas Argentinas que explique por qué dio a conocer información privada de un pasajero.