El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios argentino presentó una denuncia penal contra la empresa de telecomunicaciones mexicana Telmex, la subcontratada Ibercom Multicom y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como responsables de las obras que provocaron el apagón eléctrico que afectó a cerca de 100.000 personas desde el mediodía del martes hasta ayer en los barrios porteños Recoleta, Barrio Norte y Palermo. Las empresas son acusadas de “entorpecimiento de servicio público”, y el gobierno porteño, de “abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.

Ayer, unos 20.000 usuarios continuaban sin el suministro eléctrico, en un área de Buenos Aires que está a cargo de la empresa distribuidora Edesur. Los daños en las líneas de alta tensión que causaron el apagón fueron ocasionados por máquinas excavadoras de Ibercom Multicom, que trabajaban al servicio de Telmex en el tendido de fibra óptica para un nuevo centro de convenciones, trabajo encomendado por el gobierno porteño de Mauricio Macri.

Fuentes de la distribuidora de energía eléctrica señalaron a la prensa argentina que Ibercom Multicom comenzó a trabajar sin la presencia -obligatoria, en este caso- de un técnico de Edesur con los planos correspondientes para supervisar el trabajo y evitar errores.

En la denuncia del gobierno argentino se solicita que se determine quiénes son los autores y responsables “que hayan participado en alguno de los ilícitos denunciados en perjuicio de todos los usuarios del servicio público de energía eléctrica que se vieran afectados por el corte general ocurrido el 13 de octubre”. De acuerdo con el texto, “los directivos de la empresa Telmex” serían los “responsables directos de la obra” y “correspondería su imputación por su accionar imprudente y/o negligente al no controlar a su personal dependiente y/o al personal de la contratista”. En el caso de Ibercom Multicom, se investigará “a sus titulares y personal a cargo por su obrar negligente y/o por su impericia que directamente causaron el daño en las redes de alta tensión y el consecuente corte de suministro”.

En cuanto a los funcionarios del gobierno de Buenos Aires, “no sólo tenían el deber de proporcionar la información adecuada para evitar cualquier incidente, sino que no podía ser ajena la existencia del tendido de la red eléctrica en el área de influencia de la obra”. Además, la denuncia indica que el gobierno porteño “debía haber extremado los recaudos que correspondieran y por su obligación, efectuar los controles necesarios en la ejecución”. Se señala también que los funcionarios porteños “resultarían responsables por la omisión en el ejercicio del poder de policía y control”.

El apagón generó complicaciones en el tránsito porque hubo semáforos que no funcionaban, se cortó parcialmente una línea de subterráneo, se suspendieron clases en varias escuelas, se produjo la pérdida de mercadería en varios comercios, fueron necesarias más de 100 intervenciones en edificios para rescatar a gente que vive en pisos altos, así como la mudanza temporal de varias familias a casas de familiares o a hoteles.

Según informó el diario argentino Página 12, si bien la instalación de generadores es una solución que -por ahora- funciona, la solución definitiva, con la reparación de los cables afectados, llegaría recién el fin de semana o la semana que viene.