Tanto el socialdemócrata Partido Socialista (PS), el principal de la oposición, como la coalición de gobierno, Portugal al Frente, integrada por centroderechistas y demócratacristianos, se habían comprometido a continuar con las políticas de austeridad impuestas por la troika (formada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea).
La gran diferencia entre sus propuestas estaba en el plazo y la modalidad. El PS proponía terminar en dos años con las políticas de austeridad, y tomar medidas para estimular desde el Estado el crecimiento de la economía mediante el fomento de las inversiones y del consumo interno. Portugal al Frente planteaba terminar con las medidas de austeridad en cuatro años y continuar sin políticas de estímulo estatal a la actividad privada.
El gobierno apuntaló su campaña a la mejora de la situación económica: tras tres años de recesión (de 2011 a 2013), el Producto Interno Bruto aumentó 0,9% en 2014 y está previsto que lo haga 1,5% al terminar 2015.
Había otra diferencia entre unos y otros: mientras que la derecha moderada se presentaba unida en coalición, la izquierda y la centroizquierda aparecieron divididas en tres sectores: el PS, el Partido Comunista Portugués (PCP) y la alianza Bloque de Izquierda. Esta última formación, que vivió ayer sus primeras elecciones, dio la sorpresa: según los sondeos no sólo entraría en el Parlamento, sino que se convertiría en la tercera fuerza, superando a la alianza conformada por el PCP y Los Verdes.
A falta de cuatro escaños a asignarse que representan a los portugueses que viven en el extranjero, el oficialismo obtuvo un 36,8% de los votos, mientras que el PS un 32,4%. Con esa votación, Portugal al Frente no alcanza los 116 diputados necesarios para tener la mayoría en un Parlamento de 230 escaños.
Ayer se daba por sentado que Portugal al Frente formaría el nuevo gobierno, lograra o no la mitad más uno de los escaños. Los diarios españoles El País y Público indicaban que con una mayoría simple, Portugal al Frente seguramente lograría aprobar el presupuesto con el apoyo del PS, que lo respaldaría para darle estabilidad al país y mostrar compromiso con los acreedores; pero probablemente el gobierno no logrará terminar su segundo año.
Según los datos oficiales preliminares, en los comicios de ayer hubo una participación de 44%, un punto porcentual más que en las elecciones pasadas. Los medios europeos señalaban la particularidad de que por primera vez se votaba mientras jugaba uno de los cuadros grandes de Portugal, Benfica. Esto llevó a que el presidente, Aníbal Cavaco Silva, convocara a los portugueses a votar “pese al fútbol”.
El director de campaña del PS, Duarte Cordeiro, fue el primer socialista en pronunciarse acerca de los resultados parciales: “Si se confirman los sondeos, el PS no logró sus objetivos: la mayoría en el Parlamento que deseaba”, dijo.
Por su parte, Marco António Costa, del centroderechista Partido Social Demócrata (integrante de la coalición de gobierno junto al Centro Democrático y Social Partido Popular), dijo que Portugal al Frente obtuvo “una gran victoria” electoral. Prometió: “Vamos a mantener nuestro compromiso para garantizar la recuperación [...] y mantendremos una actitud de diálogo”.