El gobierno de Japón reconoció ayer el primer caso de cáncer de un empleado de la central de Fukushima, que desarrolló la enfermedad a raíz de su trabajo en las tareas de reconstrucción y limpieza de la planta durante 2012 y 2013, tras la catástrofe nuclear causada por un terremoto y un tsunami en marzo de 2011. El trabajador, de 41 años, fue diagnosticado con leucemia debido a su exposición a los altos índices de radiactividad en la planta, según pudo comprobar el gobierno. Recibirá una compensación del Estado por concepto de accidente laboral para pagar sus gastos médicos y una indemnización por incapacidad laboral, según informó la cadena estatal de noticias NHK.
Hasta ahora, se registraron 13 casos de empleados que contrajeron algún tipo de cáncer a raíz de su trabajo en centrales nucleares en Japón. Sin embargo, ésta es la primera vez que el Estado concede una indemnización por un caso relacionado con el accidente de Fukushima.
Además, el caso puede afectar las decisiones del gobierno japonés de, por un lado, retomar la actividad nuclear en el país -frenada desde el desastre de 2011- y, por el otro, repoblar la zona afectada, que quedó vacía tras la masiva evacuación que tuvo que enfrentar en aquel entonces.