Para sorpresa de muchos, el tercer debate republicano, que tuvo lugar el miércoles de noche y fue transmitido por el canal CNBC, no tuvo como personaje principal al polémico Donald Trump. Ni siquiera se centró en Ben Carson, que lidera las últimas encuestas. Se destacaron otros: John Kasich, Ted Cruz y Marco Rubio. Este último fue el que más minutos habló, y dejó clara su ambición de combatir mano a mano con la probable candidata demócrata Hillary Clinton. En sus intervenciones, Rubio no criticó a los otros nueve candidatos republicanos que debatían con él en la Universidad de Boulder, en Colorado, y en cambio se postuló como el candidato “de clase trabajadora” en una competencia con “millonarios”.

Entre los candidatos que quedaron peor parados aparece Jeb Bush, que aunque entró en la campaña como favorito, se ubica cada vez más bajo en los sondeos. El miércoles, Bush le criticó a Rubio su “ausentismo” en el Senado. “Marco, cuando aceptaste esto sabías que el mandato era de seis años. Deberías presentarte al trabajo. Puedes hacer campaña y dimitir y dejar que sea otro el que haga el trabajo. Hay mucha gente en Florida que espera tener un senador que luche por ellos cada día”, dijo quien fue mentor político de Rubio.

“Yo no me presento contra el gobernador Bush”, replicó Rubio, con cierto menosprecio. “Me presento porque no podemos elegir a Hillary Clinton para que continúe las políticas de Barack Obama”, dijo, con lo que dejó recibió aplausos en las redes sociales.

En contrapartida, su comentario acerca del sistema migratorio de Estados Unidos, que según él debe basarse en el “mérito”, “en las capacidades” y “en la contribución que se vaya a hacer a la economía”, despertó una ola de críticas por parte de la comunidad de origen latinoamericano residente en el país, que incluso llamó a una manifestación en la universidad donde transcurrió el debate.

Junto a Rubio, senador por Florida, se destacaron el senador por Texas Ted Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, que abrió el debate asegurando que le da “miedo” que alguien “que no sirve para el puesto” llegue a la presidencia, en alusión a Carson y a Trump. En este sentido, criticó las propuestas “de fantasía” de quienes lideran las encuestas, como la de “desmantelar” los programas de salud pública para ancianos y personas con pocos recursos -como propone el neurocirujano Carson- y la de “expulsar” del país a más de diez millones de inmigrantes indocumentados -planteo del empresario Trump-.