Un grupo de 12 países con costas en el océano Pacífico firmaron ayer el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP, por sus iniciales en inglés), que fue calificado por el presidente estadounidense, Barack Obama, como “el marco comercial del siglo XXI”. El TTP fue suscrito por Estados Unidos y Japón, primera y tercera economía mundial respectivamente, Australia, Brunéi, Canadá, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, además de los latinoamericanos Chile, México y Perú. Los 12 países representan 40% de la economía de bienes mundial.
El acuerdo establece un marco arancelario especial para el intercambio comercial entre estos países en varias industrias, entre ellas la farmacéutica, la automovilística y la textil, así como la producción agrícola. Las negociaciones se realizaron bajo cláusulas de secreto y el texto completo todavía no está disponible, pero ayer Obama celebró que el TTP establece reducciones de impuestos para las exportaciones de 18.000 productos estadounidenses a los demás países.
Además, el TTP establece normas laborales y regulaciones medioambientales que afectan a todos los países implicados. Éste es uno de los principales argumentos de los críticos del acuerdo, quienes señalan que todavía no se conocen los cambios y que, en todo caso, éstos representan una amenaza a las soberanías.
El TTP deberá ser aprobado por los parlamentos de los 12 países implicados antes de ser efectivo. En Estados Unidos el acuerdo es rechazado por una parte de la bancada del Partido Demócrata y por el precandidato presidencial de ese partido Bernie Sanders -el que se encuentra más a la izquierda en la interna-, que lamentó que hayan vuelto a ganar “Wall Street y los intereses de las grandes corporaciones”.