El comediante y actor de televisión Jimmy Morales, que llegó al balotaje de ayer como el favorito para ser electo presidente de Guatemala, llevaba anoche una enorme ventaja en el escrutinio oficial parcial. Con más de 80% de las mesas escrutadas, Morales recibía el apoyo de casi 71% de los votantes, frente al 29% de su rival, la ex primera dama Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza.
Ayer estaban habilitados para votar 7,5 millones de guatemaltecos, pero la participación fue baja. A cuatro horas de cerrar la votación, había sufragado 32% del padrón, según reportó el Instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia. Los observadores internacionales y las autoridades locales admitieron que hubo menos participación que en la primera vuelta del 6 de setiembre, que llegó a 70%. Las presidenciales tuvieron lugar en el medio de un escepticismo cívico debido a una red de corrupción que fue desarticulada en los últimos meses y que, entre otras cosas, llevó a la cárcel al último presidente, Otto Pérez Molina. En ese marco, Morales, líder del partido Frente de Convergencia Nacional, formado por ex militares de derecha, y conocido por los guatemaltecos como actor, se presentó como un candidato ajeno a los ámbitos políticos.