Continúa la violencia entre israelíes y palestinos, en el marco de una oleada que comenzó hace ya dos semanas y que, hasta la fecha, dejó un saldo de 37 muertos. Ayer, cuatro ataques palestinos causaron la muerte de tres israelíes e hirieron a otros 22. También murió uno de los atacantes, y un joven palestino en un enfrentamiento con militares.

En uno de los ataques, un palestino atropelló a varias personas que esperaban el ómnibus en Mea Shearim, un barrio ortodoxo, y luego salió de su auto para apuñalarlas. Como consecuencia, una persona murió y siete sufrieron heridas, hasta que llegaron las fuerzas de seguridad y lo mataron a tiros. El otro atentado tuvo lugar en el asentamiento judío de Armón Hanatziv, en Jerusalén Este, limítrofe con la población palestina de Yabel Mukaber, cuando dos palestinos asaltaron un ómnibus con un arma de fuego y un cuchillo, asesinaron a dos israelíes e hirieron a otros 16.

Los otros ataques se registraron en la ciudad israelí de Ranana, al norte de Tel Aviv. En uno, un palestino acuchilló a seis personas antes de ser capturado por la Policía; en el otro, tanto el agresor palestino como la víctima israelí resultaron heridos. Además, un israelí agredió a otro, tras confundirlo con un palestino.

En los últimos 14 días, ocurrieron 22 apuñalamientos contra israelíes. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió ayer en una reunión de emergencia con su gabinete que su país “ajustará cuentas con los asesinos, con los que intentan asesinar y con los que los asisten”, y anunció que aplicará “cuanto antes” una “serie de medidas audaces para acabar con la incitación y el terrorismo”. Una de las que tienen más fuerza es la de cerrar los barrios palestinos del este de Jerusalén para frenar los movimientos de los atacantes.

Por su parte, la Liga Árabe pidió convocar una reunión urgente de sus ministros de Relaciones Exteriores para establecer una estrategia contra los últimos ataques de Israel en Jerusalén. Durante un encuentro en El Cairo realizado ayer, el delegado emiratí, Mohamed bin Nejaira, propuso ante el Consejo de la Liga Árabe una instancia para debatir “las violaciones y los abusos de Israel”, y manifestó la necesidad de exigirle a ese país la “responsabilidad legal y penal por estos delitos, que constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad”. El vicesecretario general de la liga, Ahmed ben Hali, dijo que Israel está violando las leyes internacionales.