El debate fue transmitido por dos canales (América y Canal 26) y tuvo picos de rating de 15 puntos, o sea que más de dos millones de personas lo estaban viendo, pero había todavía más gente mirando el partido Independiente-River Plate. Fue convocado por la organización civil Argentina Debate, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

El atril que iba a ocupar Scioli quedó vacío, para dejar en evidencia que no había asistido, mientras que los otros fueron ocupados por Mauricio Macri, de la coalición Cambiemos, Sergio Massa, de la alianza Una Nueva Alternativa, Margarita Stolbizer, del bloque Progresistas, Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, y Adolfo Rodríguez Saá, de Compromiso Federal.

Los cinco coincidieron en responsabilizar a los tres gobiernos kirchneristas por los altos índices de inflación, unos 12 millones de argentinos en la pobreza y el auge del narcotráfico, tres eventos a los que se refirieron sin citar datos oficiales. También coincidieron en criticar a Scioli por su ausencia y, para dejarlo en evidencia, Massa pidió mantener el silencio durante los 30 segundos extra que le correspondían por la ausencia de Scioli en una de las respuestas.

Distintos analistas consultados por los medios argentinos coincidieron en que con ese gesto Massa se aseguró de permanecer en la memoria de los argentinos después del debate, aunque también señalaron que ni él ni ninguno de los otros candidatos había dominado la situación de manera tal como para ser considerado ganador.

No hubo debate, y sí mucha exposición de propuestas -aunque poco concretas- y algún momento incómodo en las preguntas cruzadas, como cuando Stolbizer cuestionó a Macri por la contratación directa de la empresa de Fernando Niembro (que está siendo investigada por la Justicia) y Del Caño a Massa por sus reiteradas ausencias a las sesiones parlamentarias.

Sólo hubo un cruce entre Macri y Massa, los dos candidatos que pelean por llegar al balotaje con Scioli y tienen alguna posibilidad de lograrlo. Fue cuando Massa acusó a Macri de contratar a amigos y familiares en el gobierno porteño. “Podrías haberte ahorrado la chicana, que no hace más que dejar en claro tus diez años de kirchnerismo”, fue la respuesta del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a Massa. No obstante, en otros momentos del debate los dos tuvieron intercambios en tono amigable.

También coincidieron las promesas de los candidatos opositores: bajar la inflación, reducir la pobreza, pelear contra el narcotráfico y disminuir los índices de inseguridad. Sin embargo, no fueron concretos acerca de cómo harían para llevar adelante esas propuestas. Massa y Rodríguez Saá prometieron mano dura contra la delincuencia. El primero aseguró: “No me va a temblar el pulso para convocar a las Fuerzas Armadas”, y el segundo dijo que formaría un “organismo capacitado para combatir el narcotráfico, y altamente remunerado”.

Por su parte, Macri dijo que es necesario hacer “un esfuerzo de construcción para mejorar la calidad institucional” y tener “un sistema electoral transparente” y “elecciones unificadas el mismo día”. También Stolbizer se refirió a la transparencia: prometió que si gana las elecciones va a poner “organismos de control en manos de la oposición”, y aseguró que es necesaria una Justicia “que actúe de manera independiente”

Entre los integrantes del gobierno fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el que dio su opinión sobre el debate: “Todo lo que se vio fue paupérrimo, y quedó demostrado que era apenas un show mediático. La verdad que aplaudo de pie a Daniel Scioli, que no fue”, dijo.

También el candidato oficialista a la presidencia se refirió al debate: “Muchos de los que hoy piden un debate antes no quisieron debatir”, dijo antes de recordar que Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete de Macri, no quiso debatir con Martín Lousteau durante la campaña para el balotaje en el que fue electo jefe de Gobierno porteño.

Por otra parte, mientras Massa pidió que se realice un nuevo debate antes de las elecciones del 25 de octubre, voces del sciolismo no descartaron la posibilidad de que el candidato sí asista a un debate en la campaña para la segunda vuelta electoral. “Creemos que no va a haber balotaje, pero en ese caso se torna más razonable y se podría dar un debate sin ningún problema entre dos candidatos”, dijo el senador Alberto de Fazio, cercano a Scioli.