El tiroteo que tuvo lugar ayer en la Universidad de Umpqua, en la ciudad de Roseburg, se suma a una larga lista de matanzas ocurridas en centros educativos estadounidenses y reabre el debate sobre la ley que admite la tenencia de armas en el país. Allí, en esa universidad de Oregon, murieron 13 estudiantes y otros 20 sufrieron heridas, según informó a la prensa la fiscal general del Estado, Ellen Rosenblum.

El asesino entró a uno de los edificios de la universidad y disparó contra estudiantes que se encontraban en distintos salones, por motivos que anoche se desconocían. Cuando llegó la Policía hubo un enfrentamiento en el que murió el atacante, según informaron medios locales.

El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que “las medidas razonables que se pueden tomar para proteger a nuestras comunidades de la violencia que generan las armas siguen siendo una prioridad de esta administración”. Agregó que la “incapacidad” del presidente Barack Obama para obtener dicha legislación en el Congreso “ha sido una fuente de frustración para él”.

En los últimos 15 años, ocurrieron 14 asesinatos masivos -definidos como aquellos en los que mueren al menos cuatro personas- en distintas escuelas, liceos y universidades de Estados Unidos, sin contar muchos otros intentos o tiroteos que no resultaron fatales.

“De alguna manera, esto se ha convertido en una rutina”, dijo ayer Obama en la Casa Blanca. “Las informaciones son rutinas, mis reacciones aquí, en este podio, son una rutina, y lo es la discusión posterior”. Dijo que alguien que comete un ataque como el de ayer “tiene una enfermedad mental” y que su país no es el único en el mundo en el que hay “problemas mentales, pero sí es el único país avanzado que ve tiroteos como éste cada pocos meses y no tiene leyes para controlar la tenencia de armas”.