El domingo, junto con los resultados de la Prueba de Selección Universitaria -un examen estandarizado necesario para acceder a las universidades chilenas-, se postularon quienes aspiran a recibir esa educación de manera gratuita. El Parlamento chileno aprobó el miércoles un proyecto de ley impulsado por la presidenta Michelle Bachelet mediante el cual los 178.000 estudiantes que cuenten con menos recursos podrán acceder a la universidad de manera gratuita a partir de marzo de 2016.

Además, la normativa amplía el sistema de becas para centros de formación técnica y profesional, instituciones que también pasarán a un sistema de gratuidad en tres años, según está previsto. Para acceder a la gratuidad, los estudiantes no tendrán que hacer ningún trámite adicional: si cumplen con todos los requisitos, serán notificados por el Ministerio de Educación chileno y recién entonces deberán matricularse en alguna de las 25 universidades estatales del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), o en una de las cinco universidades privadas que adhirieron al nuevo sistema.

Para acceder a un régimen de gratuidad, el estudiante tiene que integrar uno de los hogares pertenecientes al 50% más vulnerable del país; no puede poseer ningún título profesional; y tiene que ser de nacionalidad chilena o un extranjero egresado de la enseñanza media en Chile y con residencia definitiva en el país. Una precisión: en caso de cumplir con los requisitos, el Estado chileno cubrirá los gastos del derecho básico de matrícula y el pago de arancel de toda la carrera. Sin embargo, los costos de titulación, impuestos, timbres, estampillas y todos los gastos adicionales a los aranceles correrán por cuenta del alumno. Para guiar a los estudiantes beneficiados, el Ministerio de Educación lanzó un sitio web con toda la información y los pasos a seguir.

El gobierno chileno se comprometió a ingresar otra vez al Parlamento este proyecto de ley para corregir algunos puntos, esta semana. Pero ayer, tras reunirse con Bachelet, el vicepresidente ejecutivo del Cruch, Aldo Valle, confirmó que los rectores se tomarán el mes de enero para realizar un “trabajo prelegislativo”.

“Se va a tomar una decisión una vez que, al cabo del mes de enero, hayamos realizado el trabajo de análisis, elaboración y deliberación correspondiente”, dijo. Valle explicó que la decisión de la mandataria fue tomada con el fin de “dar mayor discusión” al proyecto de ley, y anunció que el comité ejecutivo del Cruch se reunirá hoy con la ministra de Educación, Adriana Delpiano, para elaborar un cronograma de trabajo en torno a la propuesta.

Al respecto, destacó la necesidad de corregir el sistema de admisión a la educación superior. Un rato antes, el presidente del partido opositor Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, pidió una instancia de diálogo sobre el proyecto de Educación Superior para “llegar a un buen acuerdo” antes de ingresarlo al Parlamento. El dirigente declaró: “En materia de educación superior ya quedó demostrado que no se puede improvisar, y para eso lo mejor es conversar, dialogar y buscar un buen entendimiento; disposición, hemos demostrado que hay bastante”.

Desde el 21 de mayo, día en que Bachelet anunció el proyecto, el gobierno modificó en más de cinco ocasiones las propuestas de gratuidad, lo que generó descontento en los estudiantes chilenos, que convocaron distintas manifestaciones para reclamar más “claridad” y menos “improvisación” en la confección de la reforma.