Las parlamentarias de ayer pusieron fin a la continuidad de 15 años de mayoría chavista -representada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela- en la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral del país. El Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano anunció que la alianza opositora obtuvo 99 bancas, mientras que el oficialismo obtuvo 46; aún quedan 22 bancas por adjudicar. Según los medios locales y los organismos nacionales e internacionales habilitados para presenciar el proceso, la participación fue “masiva”.

Minutos después de sufragar, el presidente Nicolás Maduro pidió que nadie se quedara sin votar. “En familia, en cambote [grupo], abrazados, a pie, en bicicleta, en moto, en burro, como sea, a votar, votar y votar”, insistió el mandatario. Además, recordó los años de chavismo y aseguró que “nadie podrá negar” que el ex presidente Hugo Chávez inició “una nueva época”, frente a lo que consideró “grandes fraudes electorales” del período anterior.

Las elecciones de ayer tuvieron un preámbulo de tensión, con denuncias de varios candidatos opositores acerca de amenazas de diverso tipo. Para asegurar una jornada electoral sin situaciones irregulares o violentas, el gobierno venezolano desplegó 163.000 militares en las calles, y mantuvo otros 25.000 “en reserva”, por si acaso.

Esta votación se desarrolló ante el ojo crítico de algunos gobernantes y organismos internacionales. El CNE permitió misiones de “acompañamiento”, una figura con competencias más limitadas que las de un observador electoral; al mismo tiempo impidió el envío de delegaciones de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos. Habilitó la actividad de 776 observadores nacionales y 50 acompañantes, entre ellos los ex presidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero y de Panamá Martín Torrijos.

Además, la MUD invitó como “testigos” a un centenar de legisladores y a los ex presidentes Mireya Moscoso, de Panamá; Laura Chinchilla, de Costa Rica; Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; Andrés Pastrana, de Colombia; Jorge Quiroga, de Bolivia, y Luis Alberto Lacalle, de Uruguay (ver ladiaria.com.uy/articulo/2015/12/distintas-misiones). A Quiroga, el CNE le retiró la acreditación bajo el argumento de que violó con sus declaraciones la normativa electoral, que exige imparcialidad de quienes actúan como acompañantes y prohíbe pronunciamientos que puedan incidir en la votación mientras se desarrolla.

Según informó Telesur, Quiroga había dicho: “Uno puede manipular los espejos, uno puede censurar los medios de comunicación, uno puede invisibilizar a la oposición, pero la realidad finalmente se impone, y estoy seguro de que se va a imponer con la voluntad de cambio del pueblo venezolano. En democracia no hay ‘como sea’, y hay reglas y hay una hora, se extiende si hay gente”. Se refería a que se respetara la hora de cierre de los centros de votación que estaba establecida, a pesar de que la norma electoral venezolana permite que sigan abiertos si todavía hay personas esperando para votar. También la MUD reclamaba el cierre de las mesas.

La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo que estas declaraciones “no se compadecen con el clima de tranquilidad que debe reinar hasta el cierre y hasta que se produzcan los resultados”. Minutos después, Quiroga dijo que el retiro de sus credenciales como acompañante fue una “cortina de humo” para “sacar” a los testigos opositores de las mesas de votación y “montar medidas” que “reviertan resultados poco favorables” al gobierno.

Aunque los acompañantes internacionales no reportaron incidentes graves, la oposición denunció la “autocensura” de los canales privados de televisión y el “control absoluto” de los públicos por parte del gobierno. El jefe de la comisión internacional de la MUD, Timoteo Zambrano, dijo que durante la jornada electoral no hubo “ninguna información en ninguno de los canales de televisión de los voceros de la Unidad Democrática”. A esto también se refirió Pastrana: “La MUD está invisible en los medios porque hay una censura a los miembros de la MUD en los espacios de comunicación, y lo vemos con preocupación”.

En la madrugada de este lunes, Maduro reconoció la derrota del oficialismo. “Nosotros, viendo estos resultados, hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, estos resultados adversos, a decirle a Venezuela que ha triunfado la democracia”, dijo el presidente en conferencia de prensa, y agregó: “Ha triunfado la guerra económica, ha triunfado la estrategia para vulnerar un modelo de país. Ha triunfado circunstancialmente”. También llamó a “unir fuerzas” para enfrentar “el plan contrarrevolucionario” de la MUD.

“El país quería un cambio y lo logró al vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático”, fueron las primeras palabras de Jesús Chuo Torrealba, secretario general de la MUD, tras el anuncio de los resultados. El vocero anunció que la mayoría opositora “no llegará a atropellar a nadie”. “No voy a descansar hasta liberar a todos los presos políticos”, dijo desde el comando de campaña de la coalición Lilián Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, encarcelado en setiembre y condenado a 13 años y nueve meses de prisión.