El triunfo de la oposición venezolana en las elecciones legislativas, tras más de 15 años de mayoría chavista en la Asamblea Nacional, supone un giro en la política que implantó Hugo Chávez y que continuó Maduro. En una votación en la que se destacó la participación masiva de los ciudadanos -74,5% del electorado fue a votar-, la MUD consiguió 99 bancas de un total de 167, mientras que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 46, lo que representa una pérdida de más de la mitad de los 100 representantes que tiene en el actual Parlamento. El domingo de noche, tras anunciar los resultados, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, señaló que todavía quedan por adjudicarse 22 bancas, de las cuales tres corresponden a las comunidades indígenas que tienen representantes en la Asamblea Nacional. Las otras dependen del cierre definitivo del escrutinio en algunos lugares, principalmente en el interior del país.

Minutos después del anuncio de Lucena, Maduro reconoció el triunfo de la oposición. “Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos, a aceptarlos y a decirle a nuestra Venezuela: han triunfado la Constitución y la democracia, aceptamos los resultados exactamente como han sido emanados por el poder electoral”, expresó. Según el mandatario, el domingo triunfó la “guerra económica” que, sostiene, llevan adelante la oposición y las empresas privadas contra su gobierno, que se “recrudeció” en la última semana antes de las elecciones e “inhibió” a los votantes oficialistas. “Ha triunfado la guerra económica, ha triunfado una estrategia para vulnerar la confianza colectiva en un proyecto de país, ha triunfado circunstancialmente el estado de las necesidades creado por una política de capitalismo salvaje, de esconder los productos, de encarecerlos. Es una guerra sin parangón, sin igual”, señaló Maduro. El presidente venezolano también aseguró que su gobierno se “esforzará” para que se mantengan los programas sociales “y todo el trabajo de protección del pueblo”. Al respecto, pidió a los diputados de la MUD que “administren muy bien ese triunfo que han obtenido” y que “puedan ponerse en sintonía con la necesidad de millones [de venezolanos]”. A los chavistas, los llamó a reconocer “en paz” los resultados de las legislativas y a replantearse “muchos aspectos de la política de la revolución”, para perfeccionarlos y hacerlos “más revolucionarios” y “más efectivos” para que, tras esta derrota, comience “una nueva etapa de la revolución”. Con la frase “no es tiempo de llorar, es tiempo de luchar”, Maduro llamó a la unión de los revolucionarios y propuso iniciar un ciclo de reuniones la semana que viene “para corregir lo que haya que corregir”. Remató: “Yo me siento tranquilo con mi conciencia, totalmente tranquilo con mi alma, porque hemos hecho todo lo que hay que hacer para proteger al pueblo y hemos sido leales”. El actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, se expresó en los mismos términos vía Twitter: “Asumimos absolutamente los resultados de estas elecciones, a nuestro pueblo revolucionario agradecimiento eterno, el camino es la Patria”, dijo, y pidió: “Que esta derrota electoral nos sirva de fuerza para seguir el camino de la Revolución Bolivariana y Chavista”.

Desde Bolivia, el presidente Evo Morales saludó el “triunfo de la democracia” en Venezuela y pidió reflexionar sobre cómo deben defenderse las “revoluciones democráticas” que impulsan “procesos de liberación” de los pueblos. “Mientras existan el capitalismo y el imperialismo la lucha seguirá”, concluyó.

Más es mejor

La alianza opositora, por su parte, ya puso sobre la mesa sus objetivos primordiales, a pesar de que aún no conoce el número definitivo de escaños que obtendrá en la Asamblea Nacional. En una conferencia de prensa llevada a cabo ayer en Madrid para analizar los resultados electorales, los líderes de la MUD en España aseguraron que las principales metas de su bancada en la nueva Asamblea Nacional serán la aprobación de una ley de amnistía para los “presos políticos” y la revocación del mandato de Maduro. Sobre esto último, el coordinador político de La Causa Radical -uno de los partidos que integran la MUD-, Manuel Rodríguez, fue optimista y dijo que tendrán 111 diputados, una “mayoría calificada” que les permitiría pedir un referéndum revocatorio. De acuerdo con la Constitución venezolana, esta mayoría, que se obtiene con 110 diputados, permite iniciar la revocación del presidente de la República, los gobernadores y los alcaldes.

Por otro lado, el portavoz de la MUD en Madrid y coordinador de Acción Democrática, Luis Manresa, indicó que su fuerza política “rescatará la independencia de los poderes para devolverles a los venezolanos el derecho a poder opinar y a poder elegir”. En cuanto al proceso electoral, los líderes opositores destacaron la alta participación y el desarrollo pacífico de la jornada, a pesar de “las presiones por parte del poder”, y coincidieron en señalar que lo que se abre ahora es un período “de transición hacia la democracia”. Según detalló el coordinador del partido Vente Venezuela, Cristofer Correia, la nueva Asamblea Nacional propondrá también “políticas macroeconómicas de calidad” y la derogación de la “ley del precio justo”, para combatir el desabastecimiento en el país.

Sabrán cumplir

El domingo, casi en respuesta al pedido de Maduro, el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, insistió en que la alianza “sabrá administrar” el triunfo, “no va a atropellar a nadie y la mayoría en el Parlamento no significará acabar con las conquistas sociales”.

Según los datos otorgados por el Consejo Nacional Electoral el domingo de noche, con 96% de las mesas escrutadas, la MUD obtuvo 99 diputados en el Parlamento. Esta mayoría simple le sirve a la oposición para promulgar leyes regulares, aprobar o vetar nombramientos, designar a los integrantes del Tribunal Supremo e, incluso, aprobar una ley de amnistía para liberar a los “presos políticos”. Con esta bancada también podría proponer un voto de censura al vicepresidente y a los ministros, así como autorizar el enjuiciamiento del presidente. En el caso de obtener la mayoría calificada -110 diputados-, los diputados opositores pueden aprobar leyes habilitantes en cuestiones fundamentales como la economía o la seguridad nacional.