En la medida en que el Macri candidato se convirtió en el Macri presidente, algunas de sus promesas de campaña se transformaron en medidas que se tomarán “más adelante” o cuando estén “dadas las condiciones”, en particular en el terreno económico. El levantamiento del cepo cambiario y la implantación del tipo de cambio único para el dólar son las principales promesas que el equipo económico de Macri intenta ver cómo cumplirá. Otras dos amenazaron con quedar incumplidas hasta próximo aviso: la de aumentar el mínimo imponible de Ganancias (similar al IRPF uruguayo) y la eliminación y reducción de retenciones a las exportaciones de granos.

El cambio referente a Ganancias podía ser el menos urgente para la economía argentina, pero era uno de los que prometían generar más presión en el gobierno: desde las centrales sindicales ya habían advertido que exigirían a Macri que aumentara las exoneraciones. A su vez, a comienzos de 2016 comenzarán las negociaciones salariales en Argentina, y el dato acerca del mínimo imponible para Ganancias era un dato necesario en ese ámbito.

El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, brindó el viernes una conferencia de prensa en la que dijo: “La situación económica no es crítica, pero tenemos una herencia compleja”. Allí anunció que la promesa vinculada a Ganancias se cumplirá el año que viene, pero también anunció una medida que se va a implementar ahora: el medio aguinaldo de diciembre no pagará este impuesto. En 2016, si se aprueba un proyecto de ley que el Ejecutivo enviará al Parlamento antes de que termine 2015, se aumentará el mínimo imponible de 15.000 a 30.000 pesos argentinos (de 1.500 a 3.000 dólares, aproximadamente, según la cotización oficial).

También se había postergado la eliminación de las retenciones a la exportación de trigo y maíz y la reducción de 35% a 30% a la de soja, pero Prat-Gay anunció que este cambio se hará “seguramente” esta semana. De acuerdo con los diarios La Nación y Clarín, el gobierno negoció con los exportadores de granos por intermedio del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, que ocupó altos cargos en gremios rurales antes de entrar a la política. El acuerdo al que llegaron apunta a que el gobierno aplicará ahora los cambios en las retenciones con la contrapartida de que las exportadoras garanticen para los próximos 60 días un ingreso en dólares superior al previsto por las exportaciones. Las empresas se comprometieron a liquidar 10.000 millones de dólares, la mitad mediante la venta de granos que estaban en depósitos debido a una medida que habían implementado a partir de que se aplicaron retenciones, que consistía en no vender si no era necesario.

Las otras promesas económicas -el cepo cambiario y el cambio único para el dólar- serán concretadas “cuando sea el momento adecuado”, dijo Prat-Gay. Para llevar adelante esas medidas, el gobierno necesita que aumente la reserva en dólares del Banco Central. Servirá para esto el aporte de las exportadoras de granos, pero también se están buscando otras alternativas. La semana pasada el secretario de Finanzas, Luis Caputo, viajó a Estados Unidos para conseguir financiamiento, pero la llegada de dólares desde el exterior podría verse comprometida por el pago pendiente a los fondos buitres (el gobierno se estrenará en este tema en una audiencia el jueves). El viernes llegará a Argentina el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, que se reunirá con Macri. Se espera que después del encuentro se hagan algunos anuncios.

Tampoco se sabe todavía cuáles serán las medidas adoptadas por Macri para cumplir otras grandes promesas de su campaña, como el programa Pobreza Cero, la lucha contra el narcotráfico y la mejora de la calidad educativa.

Por ahora, el nuevo presidente decidió compartir un asado con los gobernadores y mantener reuniones con sus rivales políticos, entre ellos el ex candidato a la presidencia por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, a quien le pidió que lo acompañara en algún viaje al exterior.

Algunos analistas leen en términos económicos el anuncio del gobierno de Macri de que se recompondrán relaciones comerciales y financieras con todos los países, más allá de lo ideológico.

En este sentido, el Ejecutivo argentino ya confirmó que dejará caer el acuerdo con Irán que firmó el anterior gobierno con el argumento de que permitía renovar las investigaciones sobre el atentado a la AMIA. El acuerdo hoy no está en vigor porque fue declarado inconstitucional por un tribunal de primera instancia. El gobierno de Cristina Fernández se proponía apelar ese fallo, pero Macri retirará esa apelación.