Además de un anuncio oficial, lo que hizo ayer en la Casa Rosada Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, fue un discurso contra la administración anterior. “Hoy termina la guerra contra el periodismo en Argentina y empieza el siglo XXI en lo que tiene que ver con las comunicaciones”, afirmó. Así presentó un decreto que modifica la ley de medios -un hito del kirchnerismo-, convoca al Parlamento a reemplazarla y crea el Ente Nacional de Comunicaciones. Esta nueva autoridad reemplaza a las actuales -la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y la de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC)-, creadas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner e intervenidas por el de Macri el miércoles 23 mediante otro decreto.

Durante la conferencia de prensa, un periodista le preguntó a Peña si no era exagerado hablar de “guerra contra el periodismo” y si lo que existió no fue más bien una “puja de intereses”. El funcionario respondió: “No creo que sea exagerado [...] Se pasó a una etapa, que nosotros consideramos que es producto de una mala concepción de la democracia, en la que el poder político, y particularmente el poder del Estado, usa sus herramientas para condicionar lo que dice un periodista o un medio de comunicación”. Consideró necesario “proteger mucho más la tarea del periodista” y adoptar una “transparencia mucho mayor en la asignación de la pauta publicitaria”.

Un periodista le recordó que cuando el kirchnerismo impulsó la ley de medios lo hizo con el objetivo de evitar que éstos se concentraran en pocas manos, y le preguntó cuál era el plan de su gobierno, si apunta a evitar o a promover esa concentración. Peña respondió que la administración pasada no logró cumplir ese objetivo, y tampoco otro que era central: que los medios reflejaran una pluralidad de voces. “Lo único que vimos crecer en estos años fueron medios que estaban más sujetos a la misma voz, que es la voz del kirchnerismo”, dijo.

La respuesta del jefe de Gabinete continuó y sus críticas al anterior gobierno, también. “La desconcentración o no desconcentración no tienen que ser nuestro objetivo central”, sino que deben serlo “la pluralidad, la competencia, la libertad, la apertura y, al mismo tiempo, en el marco de un sector más amplio, la inversión y la mejora de servicios para cada uno de los argentinos”, agregó. “Creo que ese discurso de la concentración era un eufemismo para la búsqueda del disciplinamiento de un actor, o de varios actores, que el gobierno consideraba que no se disciplinaban al pensamiento kirchnerista”, acusó Peña.

A su entender, hay que “sacarle dramatismo y tensión a esta cuestión de las comunicaciones”, porque la gente va a notar si el gobierno “hace bien las cosas” o no, y “no es tan determinante” la visión que transmitan los medios al respecto. “No compartimos con la presidenta Kirchner y el gobierno que salió la visión de que los medios inventan la realidad. Pueden tener distintas visiones, pero la realidad es la realidad. Y la inseguridad era una realidad, la inflación era una realidad, el cepo era una realidad, la pobreza es una realidad. Ésas son realidades que hay que trabajar. El Estado tiene que poner todos sus recursos en modificarlas”, agregó. Un periodista le dijo que la concentración de medios también es una realidad. Peña señaló que su gobierno no promueve los monopolios, aclaró que el kirchnerismo no se dedicó a combatirlos, y manifestó que el Ejecutivo que integra planea apoyar a los medios más chicos para promover la diversidad.

Según informó la prensa argentina, el decreto, además, habilita la transferencia y la venta de licencias de medios, que estaban prohibidas en la ley actual, y propone la creación de una comisión bicameral en el Congreso para que trabaje en la elaboración de una nueva norma que regule las comunicaciones y que sustituya a la ley de medios de 2009 y también la de telecomunicaciones de 2014. La discusión parlamentaria tomará por lo menos un año, estimó Peña.

El ex titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, a quien el gobierno actual desplazó del cargo, fue ayer uno de los primeros en criticar estos anuncios. “Es una locura lo que hacen Macri y sus funcionarios. Arrasan los derechos consagrados por leyes del Congreso Nacional mediante decretos de necesidad y urgencia”, dijo, y en respuesta a Peña afirmó: “La única guerra es la de ellos contra las instituciones”. Sabbatella cuestionó que una ley se derogue mediante un decreto que, en los hechos, evite que ésta se cumpla.

Con esta última idea pareció coincidir el juez Luis Arias, que por iniciativa del delegado de la AFSCA en La Plata, Guillermo Guerín, se pronunció sobre este tema y puso un obstáculo a los planes del gobierno. Según informó La Nación, emitió como medida cautelar “la prohibición de alterar, modificar, eliminar o suprimir las funciones y la existencia de la AFSCA” mediante cualquier modificación a la ley de medios. Consideró que “la modificación de una ley por decreto está prohibida por la Constitución” y declaró nulo todo lo que el Ejecutivo dispuso para ese organismo desde el martes.

El gobierno de Macri hizo ayer otro anuncio polémico. En momentos en que crece la inflación, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dijo que se declarará la “emergencia estadística nacional” y que no se va a publicar el Índice de Precios al Consumidor hasta nuevo aviso. Explicó que esto se debe a que se está trabajando en un nuevo índice con el objetivo de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos, muy cuestionado durante el gobierno kirchnerista, pueda elaborar estadísticas confiables.