Las opiniones de los dirigentes opositores Leopoldo López y Henrique Capriles acerca de cómo pararse contra el gobierno de Nicolás Maduro han marcado dos líneas distintas en la interna de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición que reúne a gran parte de la å en Venezuela y que a partir del 5 de enero será mayoritaria en el parlamento, la Asamblea Nacional.

López, líder del partido Voluntad Popular, fue uno de los principales convocantes a las manifestaciones que bajo el lema “La Salida” reclamaron en las calles el fin del gobierno de Maduro a comienzos de 2014. Por aquellas protestas y por los distintos hechos violentos que ocurrieron en ese marco, López fue condenado a 14 años de prisión. En cambio, Capriles se opuso en su momento a esa convocatoria y ahora ratificó su posición.

En una entrevista con el medio digital Tal cual, el gobernador de Miranda y líder del partido Primero Justicia fue consultado sobre aquellas diferencias y cómo estaban resurgiendo después de que la oposición ganara las legislativas de diciembre. “Yo no quiero llover sobre mojado, pero a La Salida hay que incluirla en los grandes fracasos nacionales”, dijo Capriles. “Le dio narrativa al gobierno por un año y todavía”, agregó.

“De haber asumido ese camino no habríamos tenido el triunfo del 6D [en las elecciones legislativas del 6 de diciembre]. Nosotros decíamos que había que organizar una mayoría con piso en los barrios del país, fuerza política. En 2015 se agudiza la situación económica y social, y comienza todo el mundo a entrar en razón”, dijo Capriles. “Ahora hay una política que triunfó, y hay que seguir fortaleciéndola. Aquí no hay espacio para La Salida segunda parte, si pretendes mantener la Unidad [la MUD]”, respondió.

Su respuesta enojó a otros, en momentos en que la coalición también tiene desacuerdos acerca de a quién le corresponde liderar la Asamblea Nacional, en la que contará con mayoría. Según informó la agencia de noticias Efe, el padre de López, Leopoldo López Gil, dijo que agradece que Capriles sea “sólo gobernador del estado que disminuyó” los votos opositores “y no un nuevo y valiente diputado”. Otra familiar de un dirigente opositor preso, Mitzy Capriles, esposa de Antonio Ledezma, dijo en Twitter que “lo peor es hacer de la oposición una lavadora de trapos sucios”, y pidió: “Si quieren pelear, háganlo por liberar a los presos políticos”.

En aquella entrevista también le preguntaron a Capriles si Maduro no llegará a terminar su mandato. “Todas las señales que él da indican que no quiere llegar a 2019. Todo apunta a un tipo que se va a jugar el todo pero con un país que no lo acompaña”.

El presidente venezolano fue electo hasta 2019, pero la oposición ha manifestado que antes de julio va a definir en la Asamblea Nacional cómo apartarlo del gobierno sin esperar al fin de su mandato. “¿Cómo les decimos a los venezolanos que viven angustiados en las calles con el temor de perder su vida que debemos esperar hasta 2019 para cambiar este sistema?”, dijo días atrás Leopoldo López al Grupo de Diarios de América.

El domingo, el diputado Henry Ramos Allup, del partido Acción Democrática, quiso laudar la discusión con un artículo que publicó en el diario El Nuevo País. Escribió que la MUD tiene “el compromiso de procurar en el lapso de seis meses subsiguientes a la toma de posición de la nueva Asamblea Nacional una solución constitucional, democrática, pacífica y electoral para el cambio de gobierno”.

Aclaró que si salía a expresar que existe este acuerdo es para responder a “comentarios insidiosos” que intentan transmitir que en la MUD se enfrentan “grupos antagónicos” o posiciones distintas acerca de si Maduro debe seguir o no en el cargo hasta el final de su mandato. A mitad del período presidencial es posible convocar en Venezuela un referéndum revocatorio, y ésta es una de las vías legales que tiene la oposición.

El martes 8, según publicó Telesur, Maduro ya había alertado: “Si ellos toman el camino revocatorio, vamos al combate y el pueblo decidirá”.