En la noche del lunes tuvo lugar una reunión entre parte del equipo económico de Rousseff y los dirigentes del PMDB en la residencia oficial del vicepresidente, Michel Temer, presidente de ese partido. Asistieron, entre otros, el titular de la cartera de Hacienda, Joaquim Levy, y el ministro de Presidencia, Aloízio Mercadante. Entre los líderes del PMDB se encontraban los presidentes de ambas cámaras del Congreso, y los siete ministros de ese partido.

Una de ellos, la ministra de Agricultura, Kátia Abreu, hizo las veces de portavoz sobre lo sucedido en el encuentro. La ministra informó que el PMDB se comprometió a respaldar el ajuste fiscal después de que Levy hiciera ver que es fundamental su aprobación para no caer en una crisis económica. Otros dirigentes presentes en el encuentro señalaron a los medios brasileños que el PMDB también exigió tener una mayor participación en las decisiones que adopta el gobierno, y que algunos hablaron de la necesidad de “reestructurar” la alianza para redefinir el papel del partido, el principal aliado del gobierno.

El lunes el gobierno envió a ese partido señales de que está dispuesto a ceder: hubo reuniones al mediodía y de noche, y Rousseff envió una nota resaltando el papel de articulador de Temer.

Al mediodía Mercadante fue a la residencia oficial del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien ha rechazado algunas iniciativas del gobierno. Después del encuentro, Cunha se comprometió a postergar la votación en la que los diputados aceptarán o no el veto de Rousseff a un proyecto de ley que propone aumentar 6,5% el monto a partir del cual no se paga IRPF. El gobierno sostiene que es viable aumentar ese monto sólo 4,5%, y por eso vetó el proyecto. Ahora el Congreso debe decidir si vuelve a aprobar la ley, lo cual sería definitivo, o si acepta el veto de Rousseff. La votación en Diputados estaba prevista para ayer, pero Cunha la postergó para la próxima semana.

Ya en la noche, Cunha se comprometió también a acompañar el ajuste fiscal propuesto por el gobierno, aunque no precisó si se sugerirán modificaciones al proyecto del Ejecutivo. Este apoyo vino de la mano de declaraciones del ministro de Relaciones Institucionales, Pepe Vargas, que se encarga del relacionamiento entre el gobierno y el Congreso. Vargas señaló que la intención del Ejecutivo es aprobar el proyecto “lo más rápidamente posible”.

Otros vecinos

En estos días los ministros que el lunes se reunieron con el PMDB tendrán encuentros con líderes de otros partidos que integran la bancada aliada, varios de ellos minoritarios, para garantizar su apoyo al ajuste fiscal. Esta iniciativa, entre otras cosas, reduce el acceso de los trabajadores a derechos como el seguro por enfermedad para conseguir un ahorro estimado en 18.000 millones de reales (6.320 millones de dólares). Al proyecto se oponen casi todas las centrales sindicales brasileñas. Una de ellas, Fuerza Sindical, realizó ayer una movilización en su contra frente a la residencia de Temer mientras se producía la reunión.

Con estas centrales se reunirá hoy el ex presidente Lula, quien intentará negociar el apoyo, al menos de las principales, para el proyecto de ajuste fiscal. Además a Lula le tocará reunirse con diputados y senadores de su partido, el PT, que han manifestado su oposición al ajuste fiscal y han amenazado con no votarlo en el Congreso.