La dictadura que se extendió de 1964 a 1985 impuso el bipartidismo en Brasil, con lo cual obligó a que los partidos existentes se disolvieran, al menos formalmente. Sin embargo, hubo movimientos políticos que se acercaron al gobierno militar y lo respaldaron, aunque no fuera desde una estructura partidaria. Antes del regreso a la democracia, en 1979, se derogó la norma que imponía el bipartidismo y se multiplicaron las organizaciones políticas.

Los partidos que respaldaron al gobierno militar se dispersaron en varias formaciones, dos de las cuales fueron el Partido Liberal y el Partido de la Reconstrucción del Orden Nacional. Este último proponía, entre otras cosas, romper relaciones con organismos internacionales, triplicar el número de efectivos en el Ejército y apostar a que Brasil contara con una bomba nuclear, pero no con fines bélicos sino como una “herramienta disuasiva”.

La baja votación que obtuvieron ambos en las sucesivas elecciones llevaron a que en 2006 se unieran para fundar el PR, partido por el cual se candidateó Rosa en las elecciones de 2014. Con los años, el PR ha ido sumando a otras agrupaciones, escisiones de otros partidos y políticos conservadores independientes. Esto ha llevado a que esta organización política -dominada por evangelistas y ex militares- no tenga una dirección ideológica clara.

La diversidad de posiciones dentro del PR se ha reflejado en sus candidatos. En las últimas elecciones uno de ellos fue el payaso Tiririca, que con su lema: “Pior do que tá não fica. Vote Tiririca” (‘Peor de lo que está, no queda. Vote Tiririca’) se dedicó a calificar de corruptos a todos los senadores, diputados y miembros del gobierno. Otro fue el senador Alfredo Nascimento, que fue denunciado infinidad de veces por actos de corrupción durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, cuando fue ministro de Transporte.

El PR participó en dos elecciones y en ambas respaldó la candidatura de la presidenta Dilma Rousseff, e incluso sus diputados y senadores se han mostrado siempre como fieles aliados del Ejecutivo y respaldaron sus proyectos. Sus resultados para el Congreso fueron: 41 escaños en las elecciones de 2010 y 34 en las de 2014. Uno de ellos lo ocupa Rosa.

Este paulista hizo campaña con el sobrenombre Capitán Augusto y tanto en las piezas publicitarias como en los distintos actos utilizaba el uniforme de la Policía Militar, vestimenta que hasta el día de hoy lleva al Congreso. Si bien se presentó a las elecciones por el PR, dice que no es parte de esa formación, sino que es fundador del Partido Militar de Brasil (PMB). Según Rosa, esta organización recibirá el aval de la Justicia Electoral en abril.

El Capitán Augusto dijo a la página de noticias Correio Brasilienze que en el marco de la oficialización del PMB se reunieron con el presidente del Tribunal Superior Electoral, José Antonio Dias Toffoli. “Le explicamos que, a pesar del nombre, no se trata de un partido sólo para militares, porque no tenemos preconceptos, pero el partido tiene alma militar, es un partido de derecha de verdad”, sostuvo.

Pese a integrar el PR, que respaldó a Rousseff, Rosa acompañó la candidatura presidencial del pastor Everaldo, evangelista que basó su campaña en el respaldo a “la familia brasileña” y a distintas consignas conservadoras.

Las principales reivindicaciones del PMB son las de bajar la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años, eliminar las políticas sociales implementadas por los gobiernos del Partido de los Trabajadores, liberar el porte de armas, restablecer la pena de cadena perpetua y “recuperar el protagonismo de los policías militares y las Fuerzas Armadas” en la sociedad. Una de las personas que manifestó su voluntad de acercarse al PMB es el diputado más votado de Brasil, el militar retirado Jair Bolsonaro.

El Capitán Augusto es de los que piensan que el golpe de Estado de 1964 fue una “revolución democrática” para evitar que Brasil “sucumbiese al comunismo”. El 64 es uno de los números que puede elegir para su partido (en Brasil hay un número por partido, así como en Uruguay hay uno por lista), y dijo que está entre éste y el 38: “Es el famoso 38, el revólver más usado por las corporaciones militares”.

Saudade

El PMB no es el único intento de formar un partido que se declare de derecha o que defienda el golpe de Estado de 1964. En los últimos dos años los medios brasileños registraron varios intentos de refundar al partido que fue la base política de la dictadura: la Alianza Renovadora Nacional (Arena). Lo más llamativo de estos intentos sucesivos es que siempre estuvieron liderados por jóvenes universitarios que reivindicaban la “verdadera derecha democrática”.

La iniciativa más clara fue la impulsada en 2012 bajo el nombre Nueva Arena. Entre sus iniciativas se cuentan la de reducir la edad de imputabilidad penal de los 18 a los 16 años, privatizar el sistema penitenciario y eliminar cuotas raciales, de género o políticas específicas para las minorías. Al igual que otros intentos de refundar Arena, éste remarca la necesidad de “reforzar” las Fuerzas Armadas, reinstalar en el currículo escolar disciplinas como “Moral y cívica”, muy popular durante la dictadura, y que se enseñe la historia reciente brasileña “sin énfasis tendenciosos”.

“Las personas mayores tienen nostalgia de Arena y les va a gustar [este intento de revivirlo]. Un general se comunicó conmigo y elogió la iniciativa. Los jóvenes que buscan conocer la historia del país también van a abrazar la causa”, aseguró en 2012 una de las líderes de la iniciativa, Cibele Baginski, de 23 años, en declaraciones a la revista Veja.

El regreso de Arena es rechazado incluso por diputados y senadores que fueron integrantes de ese partido hasta su disolución, en 1979. Arena se fundó en 1966, cuando se instauró el bipartidismo, en el que participaban Arena y el Movimiento Democrático Brasileño -los dos fundados para la ocasión-, y la desaparición del bipartidismo marcó el fin de ambos. “El escenario político actual no tiene espacio para extremismos, sean de derecha o de izquierda”, opinó el diputado Pedro Magalhães, del opositor Partido Socialista Democrático Brasileño.

La refundación de Arena se está tramitando en la Justicia Electoral y sus dirigentes dan por descontado que, igual que el PMB, participará formalmente en las próximas elecciones.