El gobierno del Partido Popular (PP), con Mariano Rajoy a la cabeza, se negó a negociar con Cataluña un marco que le dé más atribuciones al gobierno catalán. El TC -al que el PP ha recurrido de forma reiterada- se ha encargado de hacer una lectura conservadora de la Constitución, sin dejar margen para que los catalanes sean consultados sobre si quieren que Cataluña continúe en España y, en ese caso, en qué condiciones.
En marzo de 2014 el TC declaró ilegal una declaración de soberanía que había aprobado el Parlamento catalán un año antes. Señaló que una autonomía no podía declararse soberana, pero también apuntó que no era inconstitucional iniciar un proceso para que los catalanes ejercieran su “derecho a decidir”.
Cuando se emitió ese fallo el gobierno de Mas estaba bajo una fuerte presión de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y agrupaciones civiles que reclamaban un referéndum soberanista. Los referéndums en España pueden ser convocados exclusivamente por el gobierno español, por lo que la Generalitat convocó a una consulta popular, cuyo resultado no sería vinculante, para que los catalanes se pronunciaran sobre si querían seguir siendo parte de España.Esa consulta fue recurrida por el gobierno español ante el TC, que la suspendió como medida cautelar antes de tratar el tema a fondo. Con el impulso de varias organizaciones civiles -y el apoyo discreto del gobierno catalán-, la consulta se realizó igual, pero sin ningún tipo de control, por lo que perdió representatividad y validez institucional. Ayer se pronunció el TC y, tal como se esperaba, declaró inconstitucional la consulta catalana. Al declarar la consulta ilegal el TC también anuló todos los procedimientos que llevaron a ella, incluida una ley aprobada por el Parlamento catalán que sentaba las bases para realizar una consulta de este tipo.
Yo digo
En la segunda jornada del Debate del Estado de la Nación, Mariano Rajoy advirtió que los gobernantes deben cumplir la ley y respetar “los derechos de todos”, porque de lo contrario se traslada “un mal mensaje a los ciudadanos”.
La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, pidió la renuncia del presidente catalán: “Mas ha dicho siempre que la consulta era el objetivo de la legislatura; si ha sido declarada inconstitucional, se demuestra el gran fracaso político del presidente de la Generalitat, que, por eso, debería dimitir”.
Por su parte, Mas dijo que el único papel que el gobierno le atribuye a Cataluña es el de “la subordinación”: “Paga, trabaja, no molestes y no te quejes; si no aceptas esto fácilmente, entonces hay problemas”.
Este fallo del TC promete incidir en la campaña previa a las elecciones autonómicas catalanas, que estaban previstas para 2016 pero fueron adelantadas al 27 de setiembre de este año. “Si el TC nos dice no a la ley de consultas y no al decreto [que convocaba a la consulta popular], quiere decir que sólo nos dejan un camino: las elecciones”, aseguró Mas. El objetivo del presidente al adelantar las elecciones es que los catalanes den una importante mayoría a las formaciones favorables a la soberanía. Con este objetivo su partido, Convergència i Unió, y ERC acordaron presentar una “hoja de ruta común” que se incluirá en sendos programas de gobierno. El portavoz de ERC en el Parlamento, Alfred Bosch, fue duro ayer con Rajoy y le advirtió: “El 27S [día de las elecciones] haremos un nuevo país, mejor, más justo y más próspero”. “Bon vent i barca nova [Buen viento y barca nueva]”, le dijo, utilizando una despedida a la que recurren catalanes y valencianos cuando consideran que una persona es prescindible.