Los cuestionamientos que hizo el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) a la investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en Iguala están alejados de la realidad, afirmó ayer la Procuraduría General de la República (PGR) mexicana. El EAAF cuestionó en un comunicado que no accedió a algunas diligencias de la investigación, que no se preservaron pruebas y que la PGR cometió errores en distintas etapas. En otro comunicado, la PGR defendió su actuación.

Para empezar, negó que el EAAF haya “actuado como perito independiente de las familias de los 43 jóvenes” desaparecidos el 26 de setiembre en Iguala y afirmó que se los “incorporó a la investigación como peritos habilitados” de la PGR, “a pesar de que solamente dominaban las disciplinas de antropología, criminalística y genética, por lo que sus alcances en conocimiento de otros dictámenes no son válidos como expertos”. Agregó que “por el interés de los familiares y defensores autorizados en la investigación”, se les entregaron pruebas e información del caso.

Manifestó que si el EAAF no estuvo presente cuando se encontró una bolsa con fragmentos de huesos en el río San Juan, se debió a que sus integrantes optaron esa mañana, del 29 de octubre, por ir al basurero del municipio de Cocula, otro lugar que se investigaba, y donde según las conclusiones de la fiscalía fueron quemados los cuerpos de los estudiantes. En cambio, sí hubo en el río “más de 100 personas de diversas instituciones del gobierno federal resguardando la zona”, agregó. “Esta Procuraduría actuó conforme a sus facultades y no acepta duda alguna en que la diligencia practicada y los indicios encontrados tienen validez jurídica dentro de la investigación, a pesar de no haber estado presente el EAAF”, afirmó.

Acerca de errores en la elaboración de perfiles genéticos, también mencionados por el EAAF, la PGR dijo que “este error administrativo de transcripción fue detectado y corregido en menos de 24 horas” y no afectó las pericias. El EAAF también había advertido que la PGR pudo haber confundido los focos de fuego ocurridos en distintas fechas en el basurero, y mencionó que se halló una prótesis dental que ninguno de los familiares de los estudiantes reconoce. Al respecto, la PGR respondió que se detectaron tres fuegos que correspondían a las fechas del 26 y 27 de setiembre, cuando desaparecieron los estudiantes y que sobre la prótesis todavía no hay pruebas de que pertenezca o no a uno de los 43.

Agregó que “no es aceptable que ante el cúmulo de evidencias, peritajes, confesiones, declaraciones e inspecciones ministeriales, se pretenda sembrar la duda de que en ese lugar fueron ejecutadas e incineradas alrededor de 40 personas”. También especifica que el análisis de “los sedimentos y otros indicios encontrados en la bolsa del río San Juan” permitió establecer que “corresponden químicamente a los encontrados en el Basurero de Cocula, por lo que cualquier opinión diferente a ese respecto resulta hipotética y lejana a la realidad”. Agregó que en varios de los 487 peritajes no participó el EAAF porque no correspondían “a sus áreas de estudio acreditadas en la investigación” y que “sus opiniones respecto a otras disciplinas, parecerían más especulaciones que certezas”.