De los integrantes del gabinete de Alexis Tsipras, el que más llama la atención es Panayotis Panos Kammenos, el único representante de Griegos Independientes, uno de los socios de gobierno de Syriza. Kammenos es el líder de su partido, que fue creado en 2012 y que tiene una línea política de derecha nacionalista. Este griego de 49 años, antes de ocupar el cargo de ministro de Defensa estudió economía, administración de empresas y psicología en Francia y Suiza.

Grande, corpulento y conocido por su discurso políticamente incorrecto, Kammenos está casado y tiene cinco hijos. Es un convencido defensor -y seguidor- de la Iglesia Ortodoxa, que en Grecia es poderosa. En ese marco fue que en diciembre se quejó de los impuestos que se le aplican a esa institución religiosa, que según advirtió está en peligro de “perder sus monasterios [...] mientras que los budistas, los judíos y los musulmanes no pagan impuestos”. También se opone a las uniones entre personas del mismo sexo e incluso a la cremación de los muertos.

Debido a su fe, Kammenos fue el único ministro que asumió su cargo con una ceremonia religiosa. El resto del gabinete, al igual que Tsipras, optó por una asunción laica, yendo en contra de la tradición helénica.

En cuanto a su posición en el cargo que ocupa, es partidario de una postura firme ante Turquía, con la que Grecia mantiene relaciones tensas desde que salió del imperio otomano en el siglo XIX. Los conflictos se expresan más que nada en torno a disputas vinculadas a la soberanía sobre Chipre y en el mar Egeo. También se opone a que la República de Macedonia se llame así, porque ése es el nombre de una región griega.

Kammenos no es un novato de la política. Asumió como diputado por primera vez con 28 años por el partido Nueva Democracia, que dejó el gobierno el domingo. Desde 1993 no paró de ser reelecto y de 2007 a 2009 fue viceministro de Marina. Desde ese lugar, estuvo a cargo de la venta del puerto de Pirea a inversores chinos.

En la interna de Nueva Democracia, en 2009 apoyó al ex primer ministro Andonis Samarás. Al igual que este último, Kammenos se opuso al primer rescate de Grecia, negociado por el jefe de gobierno socialdemócrata Yorgos Papandreu. Cuando Samarás cambió de postura y apoyó el segundo rescate, el diputado no siguió a su líder.

En 2010, cuando se discutía el primer rescate a Grecia, usaba una remera que decía “Grecia no se vende”, y fue expulsado del grupo parlamentario de Nueva Democracia por haber rechazado el voto de confianza al gobierno de Lukas Papademos (2011-2012), artífice del segundo rescate. Tres meses después, en febrero de 2012, fue expulsado de Nueva Democracia junto a otros 20 integrantes del partido por votar en contra del segundo rescate en el Parlamento.

Por su cuenta

Fue entonces, días después de ser expulsado de Nueva Democracia, que anunció la creación de Griegos Independientes, el partido que desde entonces lidera y que le aportó a Tsipras las bancas que le faltaban para alcanzar la mayoría absoluta y acceder al gobierno.

En las elecciones de junio de ese año logró 20 legisladores y en las de la semana pasada obtuvo 13. “Sobre mi cadáver”, dijo en 2012 cuando le preguntaron si estaba dispuesto a hacer un acuerdo con su ex partido o con los socialdemócratas de Pasok, las dos fuerzas políticas tradicionales en Grecia. Es más, la última elección griega fue necesaria luego de que su partido se negara a votar a favor del presidente de la República propuesto por Nueva Mayoría, en diciembre.

En octubre, el actual titular de Defensa dijo que la adhesión de Grecia a la OTAN y a la Unión Europea “no impide alimentar relaciones políticas, económicas, y culturales con otros países, en particular con los que tiene vínculos históricos, como Rusia y China”. Esto coincide con la línea que viene mostrando el gobierno griego en general, que emitió un comunicado la semana pasada, en el que aclaró que no adhiere a las amenazas europeas de mayores sanciones contra Moscú por el conflicto en Ucrania. El canciller Nikos Kotziás explicó después que su acotación se debió a que no los consultaron sobre el texto de un comunicado de Bruselas, no por su contenido. Nunca quisieron comportarse como “un mal chico”, dijo.

Kammenos es menos diplomático hacia Bruselas, y en su último acto de campaña antes de las legislativas de la semana pasada dijo que la UE está “gobernada por neonazis alemanes”. Agregó: “No nos arrodillaremos jamás como mendigos ante [la canciller alemana Angela] Merkel, nos mantendremos de pie”. Estas referencias al pasado europeo tienen un significado particular viniendo de un griego nacido en Distomo, un pueblo cuya población fue masacrada por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, en 1944.

Otro de sus temas preferidos, que comparte con Syriza, es la lucha contra la corrupción y los paraísos fiscales. La prensa griega lo acusó de poseer un yate, de estar vinculado a empresas fantasmas y de haber usado fondos europeos para hacer obras en la casa de su suegra. Pero nadie pudo probar nada y él ganó todos los juicios que inició contra quienes publicaron esas afirmaciones.

Kammenos es uno de los integrantes del gabinete que más responde a los estándares políticos griegos y europeos en general, empezando en que usa traje y corbata.

Súper Yanis

Muy diferente se viste su par de Finanzas, Yanis Varufakis. Este ministro no usa corbata, y aunque ayer en su visita oficial a Londres se lo vio de traje y camisa, no es extraño verlo con campera de cuero. Sus hábitos para vestirse son objeto de artículos y reportajes en la prensa europea, que ya lo apodó “el ministro rock’n roll” y ve en su apariencia la marca de una nueva manera de hacer política. Es un hombre que aparenta ser musculoso y al que algunos han llamado “el Bruce Willis griego”.

Varufakis es un economista destacado de 53 años. Si bien irrumpe en el paisaje político con un discurso tajante, que reivindica la soberanía griega en Europa y defiende políticas que no son las de Bruselas, no es un extraño en el mundo académico y financiero al que está sorprendiendo. Estudió matemáticas y estadística, y se doctoró en Reino Unido, en la Universidad de Essex, en 1987. También allí enseñó Economía y Econometría, como lo hizo en centros universitarios de otras ciudades como East Anglia, Cambridge, la escocesa Glasgow, la estadounidense Austin y la australiana Sydney. En el año 2000 decidió volver a Grecia, donde enseñó Teoría Económica en la Universidad de Atenas, cargo en el que está ahora de licencia sin goce de sueldo. También trabajó en la empresa de videojuegos Valve, en 2012 y 2013. Esto le vale un éxito notorio en internet, donde aparecieron imágenes de él como personaje de videojuegos. Se sabe mucho de su carrera laboral y académica, pero casi nada de su vida privada.

Es autor de varios libros y ensayos, con los cuales aportó al debate sobre la crisis del euro desde 2008. Entre sus obras se destaca El Minotauro global, un análisis de las causas de la crisis económica mundial publicado en 2012, y Una modesta propuesta para resolver la crisis de la Eurozona, publicado en 2010 junto a los economistas Stuart Holland y James K Galbraith, en el que proponen soluciones para acabar con la actual crisis económica.

Antes de convertirse en asesor de Syriza, Varufakis brindó sus consejos económicos al gobierno del socialdemócrata Yorgos Papandreu, de 2004 a 2006. Después se convirtió en un duro crítico de sus políticas y consideró “estúpido” el primer rescate a Grecia y las medidas que conllevó.

Comparte con el líder del partido español Podemos no sólo su pertenencia a la academia, sino también su presencia en los medios. Aunque no la usó tanto como Pablo Iglesias, Varufakis es colaborador y analista económico en varios medios como BBC Today, CNN, Sky News, entre otros. Es también conocido por su blog (yanisvaroufakis.eu, en inglés) en el que analiza y opina sobre la actualidad política y económica. En las elecciones de la semana pasada Yarufakis fue el diputado más votado de todo el hemiciclo.

En sus primeros días al frente del ministerio se destacó por explicar en Francia que su país es como un “adicto” a los préstamos, y actuamente está de gira para explicar la postura y las propuestas del gobierno de Tsipras.

Yanis y Yannis

El vice primer ministro de Grecia, Yannis Dragasakis, también es economista. Aunque tampoco usa corbata (al igual que todos los ministros de Syriza), sí tiene experiencia de gobierno en el marco de un gabinete más tradicional: fue, durante unos meses, viceministro de Economía en un gobierno de unión nacional presidido por Xenofón Zolotas, entre noviembre de 1989 y abril de 1990. Por su cargo, Dragasakis se ocupa de supervisar todo lo relativo a economía y finanzas.

Este dirigente nació hace 68 años en la isla de Creta y en su adolescencia militó en la juventud de la Izquierda Democrática Unida, el único partido de ese signo político que era legal durante la llamada dictadura de los coroneles. Militó en contra de este gobierno, y cuando cayó, en 1974, integró el Partido Comunista Griego (KKE).

En 1989, el KKE formaba parte la coalición de izquierda Synaspismós, que en 2004 se convirtió en Syriza. En 1991, después de la caída de la Unión Soviética, el KKE salió de Synaspismós, pero Dragasakis fue uno de los pocos dirigentes destacados del partido que se quedó en la coalición hasta hoy. Desde 1989 hasta ahora fue diputado, excepto en los períodos 1996-2000 y 2009-2012.

En el Parlamento anterior (el que acaba de ser electo asume mañana) fue vicepresidente e integró la comisión de Economía y Presupuesto y la delegación griega en la Asamblea Parlamentaria de la Organización de Cooperación y de Seguridad en Europa.