“El presidente Barack Obama, representando a la elite imperialista de los Estados Unidos, ha decidido pasar personalmente a cumplir la tarea de derrocar a mi gobierno e intervenir Venezuela para controlarla”, dijo Maduro a última hora del lunes, en una cadena nacional en la que respondió a las sanciones de Estados Unidos. Horas antes, la canciller Delcy Rodríguez informó que se había llamado a consultas al encargado de negocios de Venezuela en Estados Unidos, Maximilien Arvelaiz.

El presidente venezolano dijo que su antecesor, Hugo Chávez, dejó “una red de contactos” en todo el mundo, incluida la Casa Blanca, y que esas fuentes le informaron que en junio hubo una reunión en la que Estados Unidos decidió impulsar una guerra contra el país “para cansar al pueblo, para agotarlo”. Parte de este plan serían las sanciones que el lunes anunció Obama, que afectan a seis jerarcas policiales y militares y a una fiscal. El presidente venezolano anunció además que solicitará el respaldo de “países amigos” para pedir que se declare la nulidad de estas sanciones. En este sentido, Rodríguez ordenó a todos los embajadores venezolanos que denuncien en sus países de residencia la “agresión imperialista del gobierno de Estados Unidos”, que con estas medidas busca “justificar el intervencionismo imperialista”.

En la cadena nacional Maduro anunció que uno de los sancionados, el general Gustavo González López, quedará al frente del Ministerio del Interior, en sustitución de Carmen Meléndez, que fue transferida a la Secretaría de la Presidencia. González fue sancionado por Estados Unidos porque era el encargado del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional durante las protestas de febrero de 2014. Según Washington, el ahora ministro es en alguna medida responsable o cómplice, directo o indirecto, de “actos significativos de violencia o conducta que constituyen un abuso serio o violación de los derechos humanos”. Además de la designación de González, Maduro anunció que otros dos de los siete funcionarios sancionados ocuparán cargos de gobierno.

El presidente anunció también que pedirá nuevamente la Ley Habilitante, que le permite aprobar proyectos con efecto de ley sin necesidad de contar con el aval de la Asamblea Nacional. El chavismo cuenta con mayoría en el Legislativo unicameral, pero la Ley Habilitante le permite acortar los procesos.

También el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se pronunció sobre este tema, como comandante de la Fuerza Armada. Aseguró que las sanciones “pretenden socavar las bases de la gobernabilidad del país”. En el mismo sentido opinó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que pidió a los ciudadanos que se tomen “con mucha seriedad” las sanciones de Estados Unidos, y aseguró que ese país “está planificando [...] ataques militares” sobre Venezuela. Cabello aclaró que ninguno de los sancionados tiene cuentas bancarias en Estados Unidos.

Voces extranjeras

Venezuela ha recibido el respaldo expreso del Alba y de Cuba, que emitió un comunicado que se sumó a una carta que Fidel Castro envió a Maduro. En ese escueto texto Castro felicita a Maduro por su “brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del gobierno de Estados Unidos”. Concluye: “Tus palabras pasarán a la historia como prueba de que la humanidad puede y debe conocer la verdad”. El comunicado del gobierno cubano califica como “arbitraria” y “agresiva” la orden ejecutiva de Obama, dice que reafirma “el carácter injerencista de la política exterior estadounidense”, y se pregunta cómo es que Venezuela amenaza a Estados Unidos.

Por su parte, el secretario general de la Unión Suramericana de Naciones, Ernesto Samper, dijo que las sanciones “radicalizan los ánimos” entre los dos países, en medio de “la situación ya polarizada que se vive en Venezuela”, y opinó que no es favorable que un país imponga sanciones de forma unilateral, antes de destacar que “los asuntos de Venezuela los tienen que resolver los venezolanos”.

Cuestiones de fondo

Funcionarios estadounidenses dijeron a distintas agencias de noticias que el tono de la acción ejecutiva, que declara a Estados Unidos en “emergencia nacional” e identifica a Venezuela como una “amenaza a la seguridad nacional”, es el usual en este tipo de declaraciones. También han señalado que en la práctica Estados Unidos considera que congelando visas y bienes de funcionarios venezolanos se protege de que éstos hagan transacciones ilegítimas o ingresen al país. Según informó BBC, estas medidas sirven básicamente para “proteger al sistema financiero” estadounidense.

La acción ejecutiva firmada por Obama indica que el gobierno está comprometido con “hacer avanzar el respeto por los derechos humanos, proteger los institutos democráticos, y proteger el sistema financiero de Estados Unidos de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela”.