Ayer se anunció el surgimiento de Kraft Heinz Co, una compañía que proviene de la fusión de los gigantes de la industria alimenticia Kraft (que tiene marcas como Toblerone, Club Social, Royal y Milka) y Heinz (reconocida por su ketchup y otras salsas). 49% de Kraft Heinz Co estará en manos de Kraft, mientras que Heinz tendrá el 51% restante.

El nuevo conglomerado será la quinta mayor empresa de alimentos y bebidas del mundo y la tercera de Estados Unidos, con ingresos anuales de 28.000 millones de dólares.

Detrás de esta unión está la firma brasileña 3G Capital, dueña de marcas como Stella Artois y Burger King. Se asoció en 2013 con Berkshire Hathaway (un megaconglomerado empresarial que tiene acciones en empresas como Coca-Cola y General Electric) para comprar Heinz por 23.000 millones de dólares. Ayer The Wall Street Journal anunció que 3G Capital buscaría fusionar a Heinz con Kraft si se alcanzaba un acuerdo, tal como sucedió más tarde.

La nueva firma contará con ocho de las marcas más fuertes del mercado de la alimentación, en especial en Estados Unidos, con productos como macarrones con queso envasados, el queso Philadelphia, las galletas Oreo, las golosinas Terrabusi, los jugos Tang y Clight, los chicles Bubbaloo, las pastillas Halls y la tónica Schweppes.

Según un informe de Oxfam de fines del año pasado, 500 empresas controlan 70% de la oferta alimentaria. La lista de las diez empresas más grandes (y por lo tanto, poderosas) la encabeza Nestlé, con una facturación de 103.500 millones de dólares en 2013. Le siguen Unilever y PepsiCo, con facturaciones de alrededor de 65.000 y 70.000 dólares en 2013. Cierra la lista Kellogs, con 14.800 millones de dólares facturados.