“El fin del bipartidismo”. Esa frase fue utilizada hasta el hartazgo hace sólo algunos meses, cuando se afianzaba Podemos, el partido político creado bajo el espíritu de los indignados de la Plaza del Sol. Podemos entró con fuerza encabezando las encuestas y con ventaja, pero fue bajando escalones, y si bien se mantiene entre las formaciones más votadas, muestra una tendencia a la baja en la intención de voto.
Doble partida
Los resultados en Andalucía serán fundamentales para el PSOE, no solamente por su eventual permanencia en la presidencia andaluza, sino porque también tendrán un impacto hacia la interna del partido, que desde la salida del gobierno, en 2011, vive una situación turbulenta. El anuncio de Alfredo Pérez Rubalcaba de que dejaría el liderazgo del partido tras la debacle electoral en las elecciones europeas fue un sacudón para el sector, y muchos dirigentes consideraban que la única persona que podía enfrentar a quien finalmente fue electo, Pedro Sánchez, era la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Ella optó por bajarse de la contienda antes de la elección, pero su nombre sigue siendo una mancha en el liderazgo de Sánchez.
El del joven diputado es un liderazgo que actualmente está fortalecido, pero ha enfrentado momentos de debilidad y se espera que vuelva a atravesarlos. Las encuestas no auguran un buen resultado para el PSOE en las autonómicas y municipales, que serán en mayo, sólo un mes antes de que el partido celebre las elecciones internas para elegir al candidato a presidir el gobierno. No se descarta que a esa instancia se presente la andaluza Díaz, y del resultado de las elecciones del domingo depende que se trate de una Díaz vencedora o derrotada.
Según la última encuesta, realizada por Metroscopia y publicada por El País, hoy hay un “empate” en el primer lugar: entre cuatro formaciones -el gobernante Partido Popular (PP), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Podemos y Ciudadanos- se repartirían 80% de los votos. Podemos está a la cabeza, con 22,5%, seguido por el PSOE con 20,2%, el PP con 18,6% y Ciudadanos con 18,4%. El margen de error de la encuesta es de 3,2%, por lo que técnicamente hay un empate entre las cuatro formaciones.
Ciudadanos ha sido definido como “el Podemos de derecha”. Fue denominado en su origen, en 2005, Ciutadans, un grupo de intelectuales que se oponía al movimiento independentista que crecía en Cataluña y abogaba por encargarse de “los problemas reales” de los catalanes. Hace sólo unos meses Ciudadanos se despojó de su sesgo regional y salió a jugar a la cancha de la política nacional española, definiéndose como un partido progresista y de centroizquierda, pese a que algunos de sus dirigentes han defendido iniciativas de derecha y a que la formación ha tenido algunos acercamientos con el PP.
Analistas políticos señalan que Ciudadanos ha sabido aprovechar el hartazgo de los españoles con los políticos tradicionales, aunque parándose en el tablero político con una propuesta más de centro que la de Podemos, una apuesta en la que recibió la ayuda involuntaria de los partidos tradicionales, que se esforzaron en presentar a Podemos como una opción demasiado revolucionaria. Europeísta, centrista y con la lucha contra la corrupción como bandera, Ciudadanos es liderado por Albert Rivera, a cuyo carisma se atribuye gran parte del éxito de la formación. Los críticos de Ciudadanos (especialmente los simpatizantes de Podemos) lo señalan como “funcional” al sistema. “Albert Rivera es el nuevo Felipe VI. Como la monarquía encontró en el nuevo rey el antídoto contra el debate republicano y contra el hundimiento de la Corona en las encuestas, ahora las cúpulas del sistema han encontrado en el líder de Ciudadanos al sucesor que aparenta la modernidad y encarna la regeneración que pide el pueblo, pero sin los sobresaltos y temores que despierta Podemos”, sostiene el periodista de política Javier Gallego en una columna de opinión publicada en la página de noticias eldiario.es.
La encuesta de Metroscopia muestra que mientras Podemos bajó su intención de voto entre enero y marzo de 28% a 22,5%, Ciudadanos creció de 8% a 18%. El principal investigador de Metroscopia, José Pablo Ferrándiz, señaló que la gente ve a Ciudadanos “como una apuesta más segura”. Además, distintos referentes de la consultora de opinión pública han manifestado que el crecimiento de Ciudadanos es “más estable” que el de Podemos.
A los bifes
La del domingo en Andalucía será la primera instancia en la que unos y otros se verán las caras directamente en una instancia electoral. La disputa puede estar entre renovación (Podemos, Ciudadanos) y tradición (PSOE, PP) o entre derecha (Ciudadanos, PP) e izquierda (Podemos, PSOE).
Todos quieren ganar la primera disputa electoral de 2015 y todos se juegan algo importante, aunque desde Podemos se ha manifestado un interés relativamente menor en las elecciones andaluzas, priorizando las municipales del resto de España, que serán en mayo, y las generales de diciembre.
El PP ve en esta instancia la posibilidad de arrancarle a su tradicional oponente uno de sus bastiones, y por eso ha apostado a una campaña que incluyó varias visitas de su líder, el presidente Mariano Rajoy, a la región.
El PSOE se mantiene en la punta de las encuestas, pero no con la ventaja suficiente como para asegurar una alianza que le permita formar gobierno rápidamente.
Con este panorama, las formaciones menores, especialmente Podemos y Ciudadanos, se juegan la posibilidad de ocupar, por primera vez, un gobierno autonómico por medio de alianzas. Ésta es una práctica común en las autonomías españolas, e incluso las elecciones andaluzas fueron anticipadas por la presidenta y candidata del PSOE, la sevillana Susana Díaz, después de que se rompiera la alianza con Izquierda Unida.
Los sondeos auguran que la Junta de Andalucía, que es donde se deben formar mayorías para gobernar, quedará integrada de la siguiente manera: 41 o 44 escaños del PSOE, 32-36 del PP, 16-18 de Podemos, 11-12 de Ciudadanos y 4 de Izquierda Unida. El PSOE tiene una intención de voto de 33% y le faltaría un empujón para llegar a la mayoría absoluta de 55 escaños. Si el domingo se confirman los datos que surgen de las encuestas, sería el peor resultado de la historia del PSOE en Andalucía, incluso peor que el de 2012, cuando las perdió por 1% frente al PP. De todos modos, eso no implica que quede fuera del gobierno, ya que tendrá la prioridad para formarlo y, en principio, podría hacerlo con PP, Podemos o Ciudadanos. La candidata andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez, aseguró que los partidos tradicionales “ya tienen firmado” un pacto para aliarse al frente del gobierno de Andalucía ahora y del de España en diciembre.
Con los resultados de las encuestas del fin de semana a la vista, mostrándolo como cuarta fuerza parlamentaria, Ciudadanos se ha ocupado de presentarse como “la llave” para el gobierno andaluz. Rivera ha asegurado que la suya es la formación que puede garantizar “estabilidad”·en un gobierno aliado, frente a la “ruptura” que representaría Podemos.