Casi 20 años después de la masacre de Srebrenica, en Bosnia-Herzegovina, la Justicia serbia ordenó los primeros arrestos de presuntos implicados en ella. Ocho ex policías acusados de crímenes de guerra contra la población quedaron detenidos. Según dijo la Fiscalía serbia a la agencia de noticias Efe, hay una “sospecha fundada” de que los detenidos cometieron esos crímenes en la localidad de Kravica, cerca de Srebrenica, en el este de Bosnia. Más de 1.000 civiles bosnios musulmanes fueron asesinados ahí días después de que el enclave de Srebrenica, protegido por las Naciones Unidas, cayera en manos de las fuerzas serbobosnias, en 1995.

La presencia de varios centenares de cascos azules holandeses no impidió que el 11 de julio de ese año, en el marco de la Guerra de Bosnia, las tropas serbobosnias entraran en la ciudad y asesinaran en pocos días a 8.000 civiles musulmanes.