Aunque perdió 4% de los votos respecto de las elecciones de 2012, el PSOE fue el partido que logró más respaldo en la votación de ayer. Ganó en todos los municipios, excepto en Almería, y logró mantener su bancada de 47 diputados, el mismo número que tiene ahora.
Pese a la hazaña, su líder, Susana Díaz, deberá buscar aliados para formar un gobierno que cuente con la mayoría de la Junta de Andalucía (el órgano legislativo local), que está en los 55 diputados. La actual presidenta regional enfrenta esta tarea en un escenario complejo, ya que su último socio, Izquierda Unida (IU), tiene una representación mucho menor que la actual en la Junta, donde pasó de 12 a cinco diputados. Será, además, una junta más fragmentada, porque los partidos que la integran pasaron de tres a cinco.
Podemos y Ciudadanos, las nuevas formaciones políticas que se proponen terminar en España con el bipartidismo PSOE-PP, irrumpieron con fuerza en su debut electoral. Podemos obtuvo 15% de los votos y 15 escaños, mientras que Ciudadanos logró 9% de apoyo y nueve bancas. Los dos partidos ganaron estos 24 diputados a costa de los grandes perdedores de la jornada: el PP e IU.
Los conservadores sufrieron una dura derrota en los comicios de ayer. El PP obtuvo 27% de los votos, perdió más de medio millón desde las elecciones pasadas, y su representación se redujo de 50 a 33 diputados, su peor nivel desde 1990, cuando contaba con 26 escaños y 22% de los votos. Es un golpe fuerte para los populares: sufrieron su primera derrota electoral desde que comenzó el gobierno de Rajoy, y temen que sea sólo la primera de varias que pueden venir en las autonómicas de mayo.
Además, es el peor resultado de su historia en una provincia en la cual, en las anteriores elecciones, habían obtenido los mejores resultados. Incluso habían logrado vencer por un punto porcentual al PSOE, que suele ser el primer partido en Andalucía. Pese a aquel resultado, el PP no llegó al gobierno en las elecciones de 2012 porque el PSOE lo logró gracias a un acuerdo con IU.
A esa alianza atribuyó la derrota de ayer el candidato de IU, Antonio Maíllo, aunque todavía es temprano para saber si el motivo fue ése o la irrupción de Podemos. La derrota de IU es similar a la del PP: en las elecciones anteriores había logrado los mejores resultados de su historia en Andalucía, pero ahora volvió a su nivel habitual en la provincia. El PP cayó un poco más y obtuvo resultados inferiores.
En tres de las cuatro elecciones que celebró Andalucía en lo que va del siglo, IU obtuvo entre 7% y 8% de los votos y seis escaños; en esta oportunidad logró 7% y cinco bancas. Aunque su derrota no es tan grande como la del PP, sí perdió el lugar de tercer partido que tenía en Andalucía desde hace más de 30 años, y que ahora es de Podemos.
Díaz aseguró ayer que la del PSOE es una victoria “histórica e indiscutible”, y dijo que ahora se abre “un tiempo para el diálogo, para coser y para unir”. En campaña, la candidata socialista descartó hacer una alianza con el PP o con Podemos, por lo cual su única opción para alcanzar la mayoría en la Junta es unirse a Ciudadanos. Por su parte, el candidato de Ciudadanos, Juan Marín, reiteró lo que había adelantado en campaña: que su partido no accedería al gobierno sin una victoria electoral. Sin embargo, se mostró abierto a respaldar al PSOE en algunas de sus iniciativas. “Estaremos en la oposición pactando cosas concretas”, aseguró el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera.