La manifestación convocada para ayer contra el gobierno de Dilma Rousseff contó con una asistencia mucho menor que la anterior, dijeron fuentes del gobierno a diarios brasileños, y consideraron que aun así son preocupantes estas movilizaciones. Mientras que el 15 de marzo, en San Pablo, una protesta contra el gobierno convocó a un millón de participantes, ayer sólo reunió unos 300.000. Este descenso también se vio en Brasilia (de 50.000 a 25.000), en Río de Janeiro (de 100.000 a 12.000) y en Belo Horizonte (de 20.000 a 5.000). En esta última ciudad se especulaba con que quizás asistiera el ex candidato presidencial y hoy senador opositor Aécio Neves, quien no apareció en las calles, aunque sí envió un comunicado de respaldo a la manifestación.

Los múltiples convocantes de la protesta de ayer reconocieron que las cifras eran menores, pero destacaron que la desaprobación del gobierno sigue aumentando. Una encuesta publicada por Datafolha el sábado señaló que 75% de los brasileños respalda la protesta y 63% apoya el juicio político contra Rousseff.