¿Cómo se saludarán Obama y Castro? La agencia de noticias Efe informaba ayer que en Panamá hay incluso apuestas sobre este tema, acerca de si se darán un apretón de manos o un abrazo. En todo caso, el de hoy será un encuentro histórico, cuando se inaugure la VII Cumbre de las Américas en Panamá, la primera a la que asistirá Cuba desde que comenzaron estos encuentros, en 1994.

En la jornada previa a la apertura de la cumbre, ayer, Obama anunció que ya recibió de su secretario de Estado, John Kerry, la recomendación acerca de si Cuba debe permanecer o no en la lista de países a los que Washington considera patrocinadores del terrorismo. Obama ordenó la revisión de la presencia de Cuba en la lista después de anunciar que los dos países trabajarían para normalizar sus relaciones, y se da como un hecho que la isla será excluida.

Si bien la relación con Cuba atraviesa cambios históricos, la mayoría de los focos de atención están colocados en la tensión que vive la relación entre Estados Unidos y Venezuela. Thomas Shannon, número dos del Departamento de Estado en Washington, visitó esta semana Caracas y se reunió con representantes del gobierno y de la oposición. Según el Departamento de Estado, Shannon fue a Venezuela a pedido del gobierno de Maduro. Lo hizo después de que el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Ben Rhodes, rectificara y señalara que no considera que Venezuela sea una “amenaza” a la seguridad de Estados Unidos, como lo dispuso Obama en un decreto en enero. “No negamos que el lenguaje del texto creó cierta confusión entre nuestros socios” en la región, aclaró el principal asesor de Obama para América Latina, Ricardo Zúñiga.

“Yo saludo estas declaraciones”, dijo Maduro en su programa de radio y televisión En contacto con Maduro. Después de estas manifestaciones de asesores, el propio Obama dijo lo mismo en entrevista con Efe: “No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos, y Estados Unidos no es una amenaza para el gobierno de Venezuela”.

Shannon se reunió con la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, quien le reiteró el reclamo de que se derogue el decreto aprobado por Obama. Según un comunicado de la cancillería, Shannon llevó a Caracas “un mensaje de su gobierno”, pero no se precisó cuál era. El funcionario también mantuvo un encuentro con la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, en la embajada estadounidense en Caracas.

Después de mantener esos contactos, el gobierno venezolano informó que no llevará a la cumbre de Panamá, como estaba planeado, las firmas recogidas en la campaña “Venezuela no es una amenaza, somos esperanza”. El objetivo de esa campaña era entregar diez millones de firmas a Obama para respaldar el pedido venezolano de que se derogue el decreto estadounidense. Ayer se anunció que se reunieron 9,1 millones de firmas y que se seguirán recolectando hasta el 30 de abril.

Si bien la visita de Shannon podría servir como una señal de acercamiento, el viaje de Obama a Jamaica es interpretado como una luz amarilla. El mandatario estadounidense busca que ese país deje de importar petróleo venezolano e incorpore el estadounidense. Jamaica es uno de los países que integran PetroCaribe, una iniciativa del ex presidente Hugo Chávez, que permite a sus miembros recibir descuentos en la importación de petróleo venezolano.

Obama se reunió con las autoridades de Jamaica y de los 15 países que integran la Comunidad del Caribe, o CariCom -la mayoría de ellos también son parte de PetroCaribe-, siempre bajo la consigna de impulsar el programa Iniciativa para la Seguridad Energética del Caribe. Éste fue lanzado en enero por el vicepresidente Joe Biden, que en ese entonces aseguró que “ningún país debería poder usar sus recursos naturales como método de coerción”, y criticó “la dependencia que aún mantienen [algunos países caribeños] de proveedores únicos”.

Este programa, con el que Estados Unidos ofrece, justamente, beneficios a los países caribeños para acceder a su petróleo, fue lanzado mientras analistas estadounidenses aseguraban que “PetroCaribe está en las últimas” y que Venezuela estaba entregando cada vez menos petróleo a esa región. El gobierno venezolano rechazó ese extremo, pero es innegable que en el terreno petrolero Venezuela enfrenta algunas dificultades: una baja en los precios que hace cada vez más difícil otorgar beneficios a los compradores de petróleo, un sostenido aumento de producción por parte de Estados Unidos y la posibilidad de que Irán se sume como exportador si firma el acuerdo sobre su programa nuclear.

El argumento de Estados Unidos para darles beneficios a los países caribeños en la compra de petróleo fue explicado por Jason Marczak, analista del Atlantic Council, a BBC: “Algunos países caribeños tienen apenas petróleo para unas semanas y, si dejan de recibir envíos por intermedio de PetroCaribe, esto podría llevar a una crisis económica severa, que podría desatar una crisis migratoria y otros tipos de desafíos reales” para Estados Unidos. Atlantic Council es un poderoso think tank de Washington que tiene una posición claramente contraria a Caracas.

El último presidente estadounidense que había visitado Jamaica había sido Ronald Reagan, en 1982, con el objetivo de frenar “el avance comunista”.