El domingo comenzó la campaña para las elecciones legislativas y locales mexicanas, en las que se aplicará por primera vez la reforma electoral aprobada en 2014. Esto implica varias modificaciones, entre ellas una reducción del financiamiento privado de las campañas políticas, nuevas normas de gasto, la habilitación del voto en el extranjero para la elección de gobernadores y nuevas reglas para las candidaturas independientes.

La posibilidad de presentar candidaturas por fuera de los partidos políticos fue centro de reclamos de movimientos sociales en las elecciones de 2012, y la respuesta llegó dos años después, con la reforma. Sin embargo, quienes intentaron presentarse como candidatos independientes enfrentaron varias dificultades y denunciaron que hay un abismo entre las normas que se aplican a ellos y las que rigen para los partidos, en beneficio de estos últimos.

Mario Arriagada, un economista de 38 años que intentó postularse como candidato a alcalde de Cuauhtémoc, en el Distrito Federal, dijo que hay una fuerte contradicción en el seno del proceso. Para ser habilitados, los independientes tienen que reunir las firmas de 2% del electorado ante el que se van a presentar (Arriagada tenía que reunir 2% de los habitantes de Cuauhtémoc), pero en los 120 días que tienen para reunir estas firmas tienen prohibido presentar propuestas, ya que esto se interpreta como campaña electoral anticipada. Arriagada criticó que el período límite para presentar las firmas coincidió con el fin de las vacaciones de invierno: “Nos dieron los peores días del año”, lamentó en declaraciones a la prensa. “Para que esto no se gane a billetazos y que triunfe siempre un empresario con fortuna personal, deben cambiar las reglas y bajar las barreras”, indicó.

El Instituto Nacional Electoral (INE, que también se estrena en estas elecciones) habilitó sólo a 22 de los 122 ciudadanos que se presentaron para ser candidatos independientes a diputados. El INE tomó estas decisiones el sábado, pero todavía no informó de manera pormenorizada los argumentos.

Uno de los candidatos que quedaron afuera es Lagrimita. Guillermo Cienfuegos hace el personaje del payaso Lagrimita, que protagonizó un programa televisivo en los 90 y en estas elecciones buscaba ser candidato a la Alcaldía de Guadalajara, en el estado de Jalisco. Uno de sus lemas en la recolección de firmas fue “Los políticos son payasos, pero malos”, y él se presentaba como un payaso “bueno” que buscaría un “Guadalajara hermoso”, con “la Policía más amable del mundo”.

Lagrimita anunció que apelará la negativa, que en este caso fue dispuesta en una instancia previa a la del sábado por el Instituto Electoral de Participación Ciudadana de Jalisco. El organismo argumentó que 5.000 firmas presentadas por el payaso eran inválidas, por lo que no llegó a las necesarias para presentar su candidatura.

La de Lagrimita no será la primera apelación que se presente. Patricio del Valle Martínez, aspirante a diputado del Distrito Federal (DF), apeló la decisión del Instituto Electoral de Participación Ciudadana del DF, que había señalado que no contaba con las firmas necesarias. El Tribunal Electoral del DF aceptó los argumentos de Del Valle, y el INE deberá revisar su caso esta semana.

Juntos pero no revueltos

Movimiento Ciudadano es una plataforma partidaria que se fundó formalmente en 2011 y respaldó a Andrés Manuel López Obrador, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en las elecciones presidenciales de 2012. Desde entonces no ha dejado de crecer, producto de los múltiples movimientos partidarios que generaron esas elecciones y la victoria del hoy presidente Enrique Peña Nieto. Del PRD se fueron varios dirigentes tras la derrota electoral; del Partido Acción Nacional (PAN) se retiraron quienes se enojaron por la cercanía de éste con el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), impulsada por la dirigencia; hasta del propio PRI se fueron algunos militantes. Varios de estos dirigentes y militantes confluyeron en el Movimiento Ciudadano, mientras que otros se dirigieron al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fundado en 2014 por López Obrador y que participará por primera vez en elecciones.

Movimiento Ciudadano es liderado por Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del DF, que abandonó el PRD para integrarse en este grupo.

Son cuatro las organizaciones políticas de izquierda que participarán en las elecciones en el ámbito nacional: el PRD, Morena, el Movimiento Ciudadano y el Partido de los Trabajadores, el brazo político del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Contexto difícil

La campaña electoral comenzó marcada por la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa, en Guerrero, y tras varios escándalos de corrupción protagonizados por políticos, incluido el propio presidente. Los medios mexicanos coinciden en que existe en el electorado una gran desconfianza respecto de los políticos y que eso podría reflejarse en una baja participación en las elecciones.

En particular, en el caso de Guerrero se pidió la postergación de los comicios, pero el INE rechazó esa opción. En marzo los padres de los 43 estudiantes desaparecidos se reunieron con las autoridades del INE de Guerrero y les pidieron que se pospusiera la votación argumentando que los vínculos entre los políticos locales y las organizaciones criminales son demasiado estrechos para que se convoquen elecciones legítimas. En ese estado la Policía Federal está brindando protección especial a varios candidatos a gobernador, y también ha intensificado su presencia en distintos actos de campaña.

También en ese estado el PRD extremó cuidados. A este partido pertenecía José Luis Abarca, el ex alcalde de Iguala procesado por el secuestro y la desaparición de los 43 estudiantes. En las últimas elecciones el PRD ha servido como plataforma para candidatos independientes que adherían a sus principios pero no tenían un compromiso mayor con el partido; no obstante, a la inversa, el PRD sí queda comprometido con el gobierno de los candidatos ganadores, y ha quedado expuesto a que sus malas actuaciones lo perjudiquen. No es sólo el caso de Abarca, sino también, por ejemplo, el del alcalde de Charapan, en el estado de Michoacán, Vicente Pacheco Simón, que fue destituido y procesado en enero por enriquecimiento ilícito.

En este contexto de desconfianza parece fortalecerse el Partido Verde Ecologista de México, que para las votaciones locales se alió con el PRI, pero que en las elecciones para la Cámara de Diputados se presenta como independiente. Su vocero, Arturo Escobar, dijo que según las encuestas su partido ganará 50 diputados, y agregó que “es un ejercicio inédito” para esta organización encontrarse con un apoyo semejante.