La primera marcha estudiantil del año chileno fue convocada ayer por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Esta organización estudiantil lidera desde 2011 un movimiento masivo, cuyos reclamos cobraron tanta fuerza que la presidenta Michelle Bachelet los incorporó a su programa de campaña en 2013.

La marcha de ayer tuvo como principal consigna el rechazo a la corrupción y el reclamo de una mayor participación estudiantil en las reformas educativas que impulsa el gobierno. El lema fue: “Que los corruptos no decidan, que Chile decida su educación”.

Los convocantes estimaron que participaron en la marcha unas 150.000 personas, pero Carabineros calculó que fueron 20.000. Como suele ocurrir en estas protestas, algunas personas encapuchadas causaron disturbios cerca de la manifestación y hubo varios detenidos.

Por otra parte, la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (FEUC) se negó a participar en la manifestación, aunque sí lo hicieron otras organizaciones del centro de estudios y sus autoridades académicas. El presidente de la FEUC, Ricardo Sande, explicó que está en contra de la gratuidad de los estudios universitarios para todos, como reclama el movimiento estudiantil, porque entiende que ésta sólo debería aplicarse a los sectores de menos recursos.

Un día antes de la marcha, el miércoles, grupos de estudiantes ocuparon oficinas del grupo Penta y de la minera SQM, empresas que están vinculadas en escándalos de corrupción que afectan a casi todo el arco político.