La Unión Europea (UE) pidió ayer al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que emita una resolución que respalde sus medidas contra la inmigración ilegal, en particular su plan de atacar y destruir los barcos que utilizan los traficantes de personas para evitar que éstos sigan operando. Estas medidas fueron acordadas en abril por los países del bloque, y por entonces el presidente francés, François Hollande, manifestó que una operación militar de ese tipo sólo se puede llevar adelante con el visto bueno de la ONU.

La jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, habló ayer ante el Consejo de Seguridad y después se reunió a puertas cerradas con embajadores de los países representados allí, con el objetivo de convencerlos de darle su apoyo al bloque. Uno de los países con poder de veto en el consejo, Rusia, ya había manifestado su reticencia a usar la fuerza contra esos barcos, informó la agencia de noticias Efe.

Mogherini insistió en que el objetivo de las medidas es evitar que mueran más migrantes. En lo que va del año murieron más de 1.800 personas que intentaron cruzar el Mediterráneo para llegar a las costas de Italia, y en las últimas semanas fueron rescatadas de esas aguas más de 5.000 personas. La diplomática también recalcó que la UE trabajará con los países de los que proceden los inmigrantes, Libia en particular.

Mientras la UE espera la respuesta del consejo, sus medidas recibieron el apoyo del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que se declaró a favor de una colaboración de la ONU con la UE. Aclaró que a la OTAN no se le solicitó su cooperación.