La Cámara de Diputados de Brasil aprobó una de las medidas del ajuste fiscal enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo. Estaba previsto que el resto del articulado de la ley, que divide al oficialismo en general y al Partido de los Trabajadores (PT) en particular, se votara entre ayer y hoy. La medida aprobada dispone que un trabajador que se quede sin empleo por primera vez comenzará a recibir el seguro de desempleo si tiene al menos 12 meses de antigüedad en ese trabajo, y no seis, como era hasta ahora.

El ajuste fiscal contiene varias medidas similares que, según la Central Única de Trabajadores (CUT), la más grande de Brasil, significan un retroceso en los derechos laborales de los trabajadores. El gobierno argumenta que son necesarias para ahorrar dinero en tiempos de crisis y para entrar en un ciclo de recuperación económica.

Este proyecto, redactado por el ministro de Economía, Joaquim Levy, ha generado divisiones en el PT. Algunos de sus integrantes coinciden con la CUT y reclaman que, por ejemplo, se aumenten los impuestos a los sectores más ricos de la sociedad, y otros están de acuerdo con el gobierno en que éstas son medidas necesarias. Esta división se vio reflejada en la votación del jueves en la Cámara de Diputados: nueve legisladores se ausentaron de sala antes de la votación y uno votó en contra. Previendo que esto podía suceder, el PT había anunciado que no habría castigos para quienes no acompañaran la medida, aunque llamó a la bancada a comprometerse con las necesidades del país y las acciones del Poder Ejecutivo.

La salida de los petistas generó críticas de otros partidos de la base aliada, que se quejaron porque ellos sí dieron todos sus votos a la impopular medida, pese a que no estaban de acuerdo con imponerla, y el PT no lo hizo. El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aliado del gobierno, dijo que los petistas “huyeron” y advirtió que la de hoy podía ser una votación más compleja.