Un tribunal egipcio declaró culpable a Mohamed Mursi de haber instigado, junto a las organizaciones islamistas Hamas de Palestina y Hezbolá de Líbano, una evasión masiva de presos en 2011, durante las protestas que terminaron con el gobierno de Hosni Mubarak. Después de la caída de Mubarak, Mursi presidió Egipto de junio de 2012 a julio de 2013, cuando tomó el poder una junta militar liderada por el actual presidente, Abdelfatah al Sisi.

Por aquellos hechos, Mursi fue condenado a muerte junto a otros 105 acusados. La condena, emitida el sábado, aún debe ser sometida a la consideración de la máxima autoridad religiosa, el muftí de Egipto, Shauqi Alam, que emitirá una opinión que no es vinculante. Además, si el tribunal confirma esa sentencia en su fallo definitivo, el 2 de junio, aún puede apelar. Al respecto, según AFP, el abogado defensor del ex presidente, Abdel Moneim Abdel Maksoud, dijo: “[Si Mursi] decide que apelemos el veredicto, lo haremos. [Pero] si sigue sin reconocer al tribunal, no apelaremos”.

Mursi también fue juzgado en ese proceso por espionaje en beneficio de las mismas dos organizaciones y a favor de Irán, pero por ese asunto, en el que fueron condenadas a muerte 16 personas, el ex presidente evitó la pena de muerte.

El gobierno de Estados Unidos, así como la Unión Europea y organizaciones de defensa de los derechos humanos, criticaron las condenas masivas de la Justicia egipcia. Amnistía Internacional consideró que ese fallo refleja “el estado lamentable del sistema de justicia penal del país” y manifestó que “la pena de muerte se ha convertido en la herramienta favorita de las autoridades para eliminar a la oposición política”. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo: “Desgraciadamente, el presidente electo por el pueblo de Egipto ha sido condenado a muerte”. Mursi fue electo como el candidato de los Hermanos Musulmanes, una organización política islamista.

Horas después de la condena, dos jueces, un fiscal y su chofer fueron asesinados a balazos en la península del Sinaí. Además, ayer se supo que seis militantes islamistas fueron ejecutados en la horca luego de haber sido condenados en marzo. Ésta es la segunda condena para Mursi, que enfrenta varios juicios. La primera fue emitida en abril e implica que deberá cumplir 20 años de cárcel por el uso de la fuerza contra manifestantes durante protestas en su contra, en diciembre de 2012. Si se confirma, la condena del sábado implica que casi toda la cúpula de los Hermanos Musulmanes estará condenada a muerte.