El surgimiento de partidos nuevos, el izquierdista Podemos y el derechista Ciudadanos, promete un escenario en el que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) sufrirán una fuga de votos. Según las encuestas, este fenómeno también alcanza a algunas organizaciones políticas regionales con las que estos partidos solían cerrar alianzas, lo que hace todavía más incierta su posibilidad de acceder a distintos gobiernos locales.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el del PP, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, sumaron cada uno unos 30 actos políticos a su agenda, informó el diario madrileño El País. Algo parecido hicieron los líderes de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón y Cayo Lara, conscientes de que su partido, que era el tercero del país, es uno de los más afectados por la aparición de nuevas opciones.

En esta campaña todos hablan de cambio, incluso el PP, que insiste en que las transformaciones empezaron cuando llegó al poder. Para conquistar votantes, Rajoy muestra lo que considera sus logros macroeconómicos, y asegura que sólo su partido garantiza la recuperación ante la crisis. Con el mismo discurso, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confió que en España los votantes apoyarán al PP y sus reformas del mismo modo que los británicos le dieron otro mandato al gobierno del conservador David Cameron.

Los demás partidos apuntan a criticar al PP, que no sólo está a cargo del Ejecutivo español, sino que también gobierna 12 de las 13 comunidades autónomas en las que se vota el domingo y muchas de las principales ciudades españolas. En estas elecciones, se renuevan 13 de los 17 gobiernos regionales y 8.100 ayuntamientos. Además, la medición de fuerzas en esta votación y las eventuales alianzas que se formen podrán servir como antecedente de lo que ocurrirá en las elecciones generales, que todavía no tienen fecha y que podrán ser convocadas entre el 20 de noviembre y el 17 de enero.

En su campaña, Sánchez les dice a los votantes que el PSOE es el único que le puede ganar al PP, y les quita importancia como rivales a Ciudadanos y Podemos. Este último partido, liderado por Pablo Iglesias, sufrió un golpe al comienzo de la campaña, cuando renunció su cofundador y coordinador de programa, Juan Carlos Monedero, que se distanció de la dirección y dijo que Podemos debe volver a sus raíces. Pese a las críticas internas, los dirigentes de Podemos prometen que el 24 es el día del cambio, e Iglesias llama al votante indignado a darles su apoyo.

El otro nuevo partido español, Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, llega a esta votación con un fuerte crecimiento en votos y visibilidad, sobre todo en Madrid y en Cataluña, donde surgió en 2006. Si bien los catalanes no eligen al presidente de la Generalitat, sí votan autoridades municipales.

Medidos

Un estudio de intención de voto del Centro de Investigaciones Sociológicas concluyó que si ahora los españoles eligieran gobierno, 25,6% votaría al PP, 24,3% al PSOE, 16,5% a Podemos y 13,8% a Ciudadanos. La misma encuesta concluye que la intención de voto de IU, que pasó de ser el tercero a contar con un respaldo de apenas 4,8%, por debajo del 5% necesario para ingresar al Parlamento.

En cuanto a las regiones, la situación varía y además queda atada a los pactos que establezcan los partidos. Las encuestas indican, por ejemplo, que el PP puede perder comunidades autónomas y ciudades en las que hoy gobierna cómodo, o necesitar de alianzas para seguir en esos gobiernos. Es el caso de la ciudad de Madrid, de Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana.

Estos acuerdos para gobernar ya no serán tan fáciles de establecer con partidos regionales, que, según los estudios de intención de voto, han perdido apoyo en beneficio de las nuevas organizaciones políticas con presencia nacional. Según informó El País, los votos a Podemos y a Ciudadanos no sólo salieron de los grandes partidos españoles, sino también de otros, como Chunta Aragonesista, el Partido Regionalista de Cantabria y Foro Asturias.

Madrid como Andalucía

Según una encuesta de Metroscopia, en la competencia por la Alcaldía de Madrid, que está en manos del PP desde hace 24 años, hay un empate entre la dirigente histórica de ese partido Esperanza Aguirre (ex presidenta de la Comunidad de Madrid) y Manuela Carmena, que se postula por Ahora Madrid, la alianza que apoya Podemos en la capital. Ese sondeo llega a la conclusión de que el PP conseguiría allí 19 ediles (hoy tiene 31) y 29,7% de los votos, mientras que Ahora Madrid lograría 17 ediles y 27,8% de apoyo. Otras encuestas, anteriores, han dado mayor ventaja a Aguirre.

La candidata del PP hizo campaña con frases como “Podemos quiere trasladar a España el régimen bolivariano de Venezuela”. Ya en los últimos días de campaña afirmó: “Si ese partido se convierte en la primera fuerza política a nivel nacional, será la última vez que votemos libremente; votaremos, pero como en Cuba”. En su opinión, Ahora Madrid va en contra de principios que ella comparte: “la libertad, la vida, la propiedad, el imperio de la ley y el orgullo de ser españoles”. En respuesta a Aguirre, Iglesias dijo ayer: “Hay que recordar que el PP subió a su candidato a las europeas a un tractor”. El dirigente agregó: “De populismo en el PP saben más que nosotros”.

La coalición Ahora Madrid -integrada por Podemos, Ganemos, Equo y algunos ex militantes de IU- podrá quedar en primer o en segundo lugar en Madrid, pero varias encuestas coinciden en que superará al PSOE, que, según Metroscopia, obtendrá apenas 11 ediles, seis menos que Ahora Madrid y cuatro menos de los que tiene hoy. El PSOE quedaría casi a la par de Ciudadanos, que lograría diez ediles en esa ciudad. La encuesta concluye, además, que IU quedaría fuera del ayuntamiento, en el que hoy tiene tres representantes.

La situación madrileña, en la que los partidos tradicionales -en particular el PP- pierden las mayorías con las que cuentan hoy, se repite en las encuestas en muchos de los principales ayuntamientos y regiones. Si estos números se confirman el domingo, los ganadores de estas elecciones serán empujados a una política de alianzas a la que varios de ellos se han resistido. Una muestra de esta situación es lo que pasa en Andalucía, donde el PSOE fue el más votado el 22 de marzo, pero no cuenta con la mayoría necesaria para lograr la investidura de su líder regional, Susana Díaz, como presidenta de la Junta de Andalucía.

Allí, los partidos en la oposición evitaron establecer alianzas, que quizás podrían desdibujar su perfil para las elecciones regionales y las nacionales. Después de la votación del domingo se verá si se comienzan a perfilar pactos que puedan repetirse, dentro de algunos meses, en el gobierno español.