Según informó el lunes el diario Folha de San Pablo, los juicios iniciados en Estados Unidos contra la empresa estatal petrolera de Brasil podrían extenderse e incluir a los mayores bancos de ese país. En diciembre los inversores estadounidenses habían iniciado un juicio colectivo contra Petrobras ante la Corte Federal de Nueva York en demanda de un resarcimiento por la “pérdida” de valor de las acciones que provocaron las denuncias de corrupción en la petrolera. Según los abogados patrocinadores de los demandantes, la compañía violó la legislación que regula el funcionamiento del mercado de capitales en Estados Unidos.
Ahora los demandantes y sus abogados enfocan sus baterías en 15 bancos que intermediaron en la venta de acciones de Petrobras. Entre las instituciones demandadas se encuentran las brasileñas BB, Itaú BBA, Vatorantim, Brasdesco BBI, las estadounidenses Citigroup, JP Morgan, Morgan Stanley, Merril Lynch y Standard Chatered, el banco británico HSBC, el español Santander, el japonés Mitsubushi, la italiana Banca IMI, el canadiense Scotia y hasta el Banco de China.
Después de que se conociera que los papeles fueron emitidos a partir de datos fraudulentos, el principal argumento de los demandantes es que esas instituciones financieras fallaron en comunicar la verdadera calidad de los papeles que Petrobras estaba emitiendo. Según consigna el diario paulista, los inversores piden el rescarcimiento por la pérdida patrimonial ocasionada por la falta de transparencia y las fallas en la gestión estatal que permitieron fraudes y desvíos de recursos de la empresa, que a su vez derivaron en las denuncias que hicieron desplomar el valor de las acciones en los diferentes mercados bursátiles.
La indemnización solicitada es proporcional a la participación de cada uno de los agentes acusados -empresa, bancos, gestores y auditores-, y se estima que el total equivaldría a unos 500 millones de dólares.
Además, el diario especula con que ahora los accionistas brasileños se verán tentados a “subirse” a la acción colectiva en Estados Unidos, para lo cual podrían citar el antecedente del accidente de la petrolera británica BP en el Golfo de México en 2011. En ese caso los propios accionistas británicos fueron indemnizados por un hecho ocurrido fuera de Reino Unido. Otro elemento que vuelve posible la demanda de accionistas brasileños es la avidez con que los bufetes de abogados tratan de captar nuevos litigantes para incrementar las cifras de ganancias obtenidas a partir de cada posible indemnización. Según Folha, estos abogados han presentado ya a la Suprema Corte de Estados Unidos una excepción a la norma que indica que las decisiones de la Justicia de ese país se circunscriben a los hechos ocurridos en ese país. En caso de que la demanda se extienda a compradores brasileños de papeles, Petrobras podría tener que pagar indemnizaciones por 1.000 millones de dólares.