Un proyecto de ley oficialista causó fuertes debates, incluso dentro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), por el impacto que tendrá sobre los trabajadores, pero finalmente se convirtió en ley ayer, con el voto de 39 senadores a favor y el de 32 en contra. En momentos en que la economía brasileña se contrae y aumenta el desempleo, el gobierno de Dilma Rousseff logró que se aprobara una medida que limita el acceso al seguro de desempleo. El punto más resistido por todos los sindicatos establece que cuando un trabajador pierda su trabajo por primera vez recibirá el seguro de desempleo sólo si había cumplido por lo menos 12 meses de contrato y no seis, como se exigía en la ley anterior. Además, quienes estén cobrando el seguro estarán obligados a hacer cursos de puesta al día profesionales mientras no logren reinsertarse en el mercado de trabajo, según informó la agencia de noticias Efe.

La reforma se votó en medio de las protestas de sindicalistas desde las barras. Cada senador que votó la medida fue abucheado, al punto de que el presidente del Senado, Renan Calheiros, suspendió la sesión durante 15 minutos. El proyecto es parte de un plan de ajuste fiscal (otros segmentos todavía están en trámite parlamentario) que el gobierno impulsa para equilibrar las cuentas públicas.

Un senador del PT, Lindbergh Farias, que se opone a la iniciativa, pidió la destitución del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, y dijo que su voto en contra de la ley expresó “la insatisfacción de muchos brasileños con el rumbo que está tomando el país”.

El gobierno de Rousseff busca ahorrar unos 23.000 millones de dólares de gasto público este año. Ayer, el Ministerio de Planificación redujo su pronóstico de crecimiento económico para 2016 de 1,3% a 1%, según informó el titular de esa cartera, Nelson Barbosa.