Un día después de las elecciones, Rajoy destacó que su partido fue “la primera fuerza de España en porcentaje de votos, en número de concejales y en mayorías tanto absolutas como relativas”, y que no tenía “ninguna intención de hacer cambios en el gobierno ni en el partido”. Dijo que conocía bien al PP y que estaba “muy cómodo y muy tranquilo”.
Si bien su partido fue el más votado, el 27% de apoyo que recibió lo dejó sólo dos puntos porcentuales por encima de su rival tradicional, el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y casi 11% por debajo de su propio resultado en las autonómicas de 2011. Estas caídas fueron las que llevaron a varios dirigentes del PP a hacer una autocrítica.
Los gobernantes de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y de Baleares, José Ramón Bauzá, anunciaron que no van a presentarse a la reelección como titulares del PP en sus comunidades autónomas. Otro dirigente regional, Juan Vicente Herrera, de Castilla y León, se refirió a las elecciones de las que saldrá un nuevo gobierno, que probablemente se convoquen para noviembre, y manifestó: “Le diría a Rajoy: ‘presidente, mírate al espejo y respóndete a ti mismo si debes ser el candidato’”. Agregó que “hay una clarísima necesidad de renovación generacional en el partido”, y que él mismo piensa en la posibilidad de dejar paso a otros. Con él coincidió la candidata a alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre, que dijo que “el PP necesita una refundación”, pero en su caso se manifestó dispuesta a ser ella quien la impulse en la capital.
A medida que el partido digirió los resultados electorales y sus posibles consecuencias, también cambió el discurso de Rajoy. Dijo que el programa de austeridad que impulsa su gobierno se va a mantener, pero admitió que puede haber algún cambio en el PP y en su gobierno. “Iremos poco a poco tomando las decisiones oportunas para presentarnos a las elecciones generales en las mejores condiciones posibles”, dijo en el Parlamento, y agregó que los cambios se van a anunciar recién cuando ocurran.
“La nuestra es una política reformista y hay muchas reformas que es necesario hacer de cara al futuro”, aclaró, aunque defendió las medidas que tomó su gobierno hasta ahora.
Varios líderes oficialistas dijeron al diario madrileño El País que Rajoy ya impulsa su primer cambio en el partido y busca a un dirigente que sustituya a su número dos, Dolores de Cospedal, en el cargo de secretaria general del PP.
Con los resultados del domingo, el PP perdió las mayorías con las que contaba para gobernar sin aliados en varias comunidades autónomas y ciudades. Es el caso de la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha, Cantabria y La Rioja, por ejemplo).
Una muestra de lo débil que resulta el primer lugar en votos que consiguió el PP es lo que ocurre en la ciudad de Madrid. Según informó El País, aunque hay negociaciones en curso, la directiva local del PSOE decidió respaldar la investidura como alcaldesa de Madrid de la jurista Manuela Carmena, candidata de Ahora Madrid, un frente de izquierda en el que se integraron Podemos, la organización ciudadana Ganemos Madrid, algunos ex integrantes de Izquierda Unida y otras organizaciones políticas. Ahora Madrid logró 20 concejales el domingo, uno menos que el PP, y aun así aparece en mejores condiciones para lograr los respaldos suficientes para llegar al gobierno.
El candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, dijo que para dar su apoyo a Carmena, en Ahora Madrid “tienen que cumplir las expectativas mínimas del PSOE de transformar esta ciudad”. El dirigente, que antes había rechazado la oferta de Aguirre de cerrar una alianza PP-PSOE, y que delegó en la directiva del partido la decisiónde apoyar a Carmena, agregó: “Sólo hay dos calles, el PP y Ahora Madrid, ¡qué le vamos a hacer!”.
La actual alcaldesa madrileña del PP, Ana Botella, esposa del ex presidente José María Aznar, afirmó: “Los resultados han sido muy malos, hoy Madrid es más de izquierdas. La cúpula tiene que reflexionar y tomar medidas”.