Cuando el 27 de octubre de 2013 la diaria entrevistó a Darío Giustozzi en la escuela a la que había acudido a votar, en Almirante Brown, la localidad bonaerense de la que entonces era intendente, el dirigente ya pensaba en las elecciones que ahora están muy próximas. Al consultarle si para 2015 veía a Massa como candidato a presidente, con él mismo como candidato a gobernador de Buenos Aires, con una sonrisa respondió: “Es una de las posibilidades que se barajan”. Hoy Massa es candidato a presidente y Giustozzi prencandidato a gobernador de la provincia más importante de Argentina. El problema es que Massa, del que era muy cercano, no terminó de definirse a favor de Giustozzi como candidato y pretendía que la cuestión se definiera en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto. Esto implicaba competir con el empresario peronista Francisco de Narváez (mejor posicionado que Giustozzi en las encuestas) y con otros dirigentes.
Los massistas aseguran que el malestar de Giustozzi se debía a la presencia de De Narváez en la interna. Sin embargo, a la hora de dar argumentos para su salida del FR, el diputado dijo que no estaba dispuesto a soportar el “maltrato” en su partido, y señaló que “muchos” quedaron descontentos y se fueron de esa organización política antes que él.
En una entrevista con la radio argentina Vorterix señaló ayer que no sólo se trata de candidaturas. “Esto es más importante que una cuestión personal. Lo han querido reducir a la disputa en la provincia; por Dios, no he especulado con los cargos”, dijo Giustozzi. Explicó que su salida del FR se debe a la “inexperiencia en la conducción” por parte de Massa. Esto ya se cuestionaba en la interna del partido, en parte debido a que Massa, el único líder, está dedicado a la campaña nacional. Además, según Giustozzi, el partido “fue decepcionando a distintos sectores sociales, se desdibujó y perdió su esencia y su fortaleza renovadora, empezó a retroceder y se transformó en otra cosa, y a veces las palabras y las acciones no iban por el mismo lugar”, citó la agencia estatal argentina Télam.
Pero el ex massista fue más allá al atacar directamente la capacidad de gobierno del partido que abandona: “Imagínense si está en el gobierno. Si frente a situaciones de mayor tensión, en las que hay que administrar relaciones con otros países, dando confianza y certeza a sectores económicos, se manejan y se administran de esta manera, vuela todo por el aire”, advirtió.
Su salida llega en un mal momento para el FR. En las PASO porteñas no superó el 1,5% de los votos que le permitían participar en las elecciones de jefe de Gobierno de Buenos Aires en julio. A esto se suma que en esas PASO, la contundente victoria de Propuesta Republicana, el partido de Mauricio Macri, convirtió a este dirigente en el opositor mejor parado para enfrentar al FR en las presidenciales de octubre. Por lo tanto, Massa ya no aparece como la mayor alternativa al kirchnerismo, y de hecho pierde atractivo para los opositores que buscan hacerse con el poder.
La cuestión es que Giustozzi le dio un duro golpe a un partido reciente y golpeado, lo que explica las fuertes reacciones que generó por parte de los massistas, a los que dirigía en la Cámara de Diputados como presidente de la bancada del FR.
“Los giustozzistas se quedan con Massa”, fue el titular del comunicado que emitieron el domingo algunos allegados al dirigente. “En el FR el único imprescindible es Massa”, dijo el vicepresidente del bloque massista del Senado, José Luis Pallares. “Durante mucho tiempo estuvimos junto a Darío, conteniéndolo, lo acompañamos hasta la puerta del cementerio, pero hasta acá; ahora que entre solo. No nos gustaría verlo cerca de [el vicepresidente argentino, Amado] Boudou o [el gobernador bonaerense y precandidato a presidente, Daniel] Scioli, sería una gran decepción”, agregó el senador.
El diputado massista bonaerense Daniel Monfasani agregó: “Había que jugar la interna, esperábamos dar la pelea, eso es lo que nos inculcó Massa. Como tantos otros dirigentes que trabajamos para la candidatura de Darío, me tuve que enterar de su decisión por la tapa de un diario”, dijo. “Me parece que no tuvo consideración para con todos nosotros. El verdadero maltrato es el egoísmo. Nos quedamos con ‘Massa Presidente’, Giustozzi se va solo y repudiado”, concluyó.
Al anunciar que deja el FR, en una entrevista publicada por el diario Clarín, Giustozzi evitó pronunciarse sobre su futuro político. “Hay cosas que se pueden reconocer del gobierno, por eso formamos parte en su momento, y también tengo críticas. Y a la vez destaco cosas que se han hecho en el gobierno de Macri, donde tengo amigos. Lo importante es buscar desde dónde uno puede aportar más”, deslizó.
Sin embargo, ayer aclaró: “No estamos decidiendo ir a otro lugar que no sea nuestra propia construcción. Por ahora no estamos decidiendo ningún tipo de alianzas”. Eso no quita que varios dirigentes kirchneristas hicieron saber que sería bienvenido si regresaba. El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, dijo que Giustozzi es “un amigo” y que “seguramente” dialogarán. “Nunca he dejado de hablar” con Giustozzi, agregó.