Desde el fin de semana las tropas del gobierno sirio intentaban frenar el ingreso del grupo yihadista Estado Islámico a la ciudad de Palmira, donde se encuentran ruinas preislámicas que han sido declaradas patrimonio de la humanidad. Pero ninguno de estos intentos (incluido un bombardeo sobre estos lugares) tuvo éxito. Cuando ayer amaneció en Siria, el grupo se había adueñado de otra ciudad, y ahora controla más de la mitad del territorio del país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Palmira es además una ciudad con valor estratégico no sólo por su patrimonio arqueológico, sino también porque cuenta con varios cuarteles, un aeropuerto militar y una cárcel, y además tiene en sus cercanías varios yacimientos de hidrocarburos, informó el diario español El País.

EI invadió Palmira en Siria pocos días después de que hiciera lo mismo con Al Ramadi, capital de la provincia iraquí de El Anbar, por donde pasa una de las principales vías de acceso a Bagdad. Al tomar el control de estas dos ciudades, le dio un golpe a la moral de los ejércitos de esos países, que se esforzaron en defenderlas. Palmira es la primera ciudad que EI arrebata a las tropas fieles a Bashar al Assad, que utilizaban los cuarteles instalados allí y gestionaban la cárcel.

Durante los enfrentamientos entre el Ejército sirio y EI anteriores a la toma de la ciudad por parte de los jihadistas, un tercio de los 200.000 habitantes de Palmira logró huir de allí.

El golpe moral que logró dar EI también impacta en la estrategia seguida por Estados Unidos con el objetivo de terminar con el asedio del grupo jihadista en Siria e Irak. Hace sólo unos meses parecía que los bombardeos de la coalición internacional que lidera Washington estaban frenando a EI, pero la ofensiva lanzada por el grupo esta semana contradice esa impresión.

En una entrevista realizada hace unos días y publicada ayer en la revista The Atlantic, el presidente estadounidense, Barack Obama, reconoce que se sufrió “un revés táctico” con la pérdida de Al Ramadi. Recalcó que las tropas que estaban defendiendo esa ciudad no fueron entrenadas por Estados Unidos, y también dijo que no cree que la coalición esté “perdiendo” en su enfrentamiento con EI.

La Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea advirtieron que destruir patrimonio de la humanidad es un crimen de guerra. Lo mismo dijeron en marzo, cuando EI destruyó la milenaria ciudad iraquí de.