La presidenta Dilma Rousseff cambió su imagen de portada en la red social Facebook el miércoles. Puso una foto en blanco y negro que tiene en primer plano las muñecas esposadas de una persona, con un sobreimpreso en rojo que dice: “La reducción no es la solución”. El cambio vino acompañado por una entrada de Facebook en la que la presidenta reitera su oposición a la baja de la edad de imputabilidad y anuncia que se creó un grupo interministerial “para discutir medidas de combate a la impunidad y estudiar las formas para mejorar el ambiente social de los jóvenes”.
El debate sobre la baja de la edad de imputabilidad penal resurgió en Brasil durante la campaña electoral del año pasado, ya que fue una de las promesas del principal candidato opositor, el senador Aécio Neves. El debate tomó aun más fuerza cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, dio a conocer su apoyo a la medida y anunció que utilizaría las atribuciones del cargo para agilizar el tratamiento de este proyecto.
La iniciativa estuvo hasta el miércoles en una comisión especial de cuya votación dependía que llegara al pleno de la Cámara de Diputados. La comisión estaba integrada mayoritariamente por diputados de la denominada “bancada de la bala” (ex policías y militares, o personas que están vinculadas a la industria de las armas, por ejemplo) y se daba por descontada su aprobación, pero el debate sirvió para que se modificara el proyecto para garantizar su aprobación en el pleno de Diputados.
El proyecto inicial establecía la baja de la edad de imputabilidad de 18 a 16 años para todos los delitos, pero en la comisión fue modificado para que sea sólo para los delitos considerados gravísimos: homicidio doloso, violación, robo seguido de muerte, robo altamente cualificado o lesión corporal grave. Con la modificación se aseguró que votarán el proyecto en el pleno el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que forma la base aliada del gobierno, el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el Partido Socialista Brasileño, entre otros, lo que asegura su aprobación.
Pero además se produjo otro cambio importante: estaba previsto hacer un referéndum después de la aprobación del proyecto en el Congreso, pero esta propuesta fue retirada. El relator del proyecto, el diputado Laerte Bessa, indicó que el referéndum “no es necesario, porque todas las encuestas dan cuenta de que la población es favorable” a la medida.
Arrimadita
El gobierno se pronunció en contra del proyecto, pero mientras éste se trataba en la comisión, se manifestó a favor de otra iniciativa opositora, en este caso del senador José Serra, que propone aumentar las penas máximas para los menores que cometen delitos de tres a diez años.
El anuncio buscaba captar la atención de varios diputados que han manifestado en los medios que apoyan la baja de la edad de imputabilidad no porque estén convencidos de que es lo mejor, sino como una forma de “hacer algo” para evitar la “sensación de impunidad” de la sociedad.
Sin embargo, no funcionó. El mismo día en el que el gobierno hizo el anuncio, el PSDB reveló que había alcanzado el acuerdo que permitió las modificaciones del proyecto, por lo que apoyará la iniciativa en el pleno, y esto implica sacarle prioridad al proyecto de Serra, que probablemente no será tratado en el futuro cercano.