El partido de derecha francés Unión por un Movimiento Popular (UMP), del ex presidente Nicolas Sarkozy, cambió oficialmente su nombre por Los Republicanos. El cambio fue aprobado el viernes mediante el voto electrónico de los adherentes. De éstos, 83,28% validó el nuevo nombre; 96,34% aprobó el cambio de los estatutos propuesto por el Ejecutivo del partido, liderado por Sarkozy; y 94,77% también validó una nueva asignación de cargos en su dirección. La participación fue de 45,74%.

Los demás partidos políticos acusan a Sarkozy de que con el nuevo nombre quiere adueñarse de los valores republicanos, que se reivindican y destacan de 1.000 maneras en Francia desde los atentados jihadistas cometidos en París en enero.

El nuevo nombre del partido de Sarkozy generó rechazo, en particular, entre asociaciones, partidos y personalidades de izquierda, que se unieron para presentar ante la Justicia un recurso en contra del nuevo nombre. Ese recurso está en trámite, pero de momento el tribunal resolvió no imponer una medida cautelar que suspenda el uso del nombre o que éste fuera sometido a votación. Mientras tanto, el diario de izquierda Libération llamó sólo “LR” a Los Republicanos.

Sarkozy decidió cambiar el nombre para terminar con las divisiones internas que debilitan al partido desde que perdió el gobierno en 2012, y mejorar una imagen enchastrada por un escándalo de corrupción que golpeó a la UMP y que sigue en manos de los jueces. En su discurso del sábado se dedicó, sobre todo, a criticar al gobierno socialista y pedir que se recupere la “confianza” de los franceses en la política. Acusó a la izquierda de “traicionar” a la República por permitir las divisiones entre los franceses y por “de- sacreditar a la familia”. Aseguró: “La izquierda les mintió a los franceses, traicionó a sus votantes, porque lo único que le importa es la victoria”.

El cambio de nombre no termina con las investigaciones ni con las pujas internas de cara a las primarias de 2016. Dos de los rivales de Sarkozy en esa instancia, el ex primer ministro François Fillon y el ex ministro y alcalde de Burdeos Alain Juppé, fueron abucheados durante el congreso.