-¿Cómo se está perfilando el FG hacia las elecciones municipales del 15 de noviembre?
RC: -El FG no sólo se ha mantenido unido, sino que más sectores se han acercado. La resistencia al gobierno de Horacio Cartes, neoliberal y autoritario, le ha generado un deterioro al oficialismo, en tanto que el FG ha tenido un proceso de consolidación como opción progresista con distintos espacios de unidad: el Congreso Democrático del Pueblo, la multibancada en el Senado -en la que el FG se ha articulado con otras fuerzas políticas progresistas-. Además, en función de estas elecciones municipales, hubo un acercamiento también con otras fuerzas progresistas. En las elecciones municipales de 2010 el FG se pudo presentar en algo más de 30% de los municipios; ahora estamos llegando a entre 80% y 90%. Además, es un crecimiento que ocurre mientras otras formaciones, como Unace [la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos] o Patria Querida, han perdido fuerza. Ya en 2013 el FG tuvo muchos más legisladores [que esos partidos] y se convirtió en la tercera fuerza. Nosotros vemos que ese proceso se va a afianzar como una alternativa de cambio en estas elecciones municipales.
-¿A qué atribuyen esa consolidación?
RC: -Tenemos un prestigio que ha crecido por el compromiso con la lucha y, sobre todo, por una gran coherencia que la gente reconoce, incluso gente del Partido Colorado [PC]. La derecha nos reconoce como “el rival”, y si hoy fueran las elecciones presidenciales y tuviera como candidato a [el ex presidente y hoy senador] Fernando Lugo, el FG las ganaría. Están previstas recién para 2018, pero ya hay mediciones de la derecha que marcan el crecimiento de la popularidad tanto del FG como de Lugo. Tenemos este proceso que queremos mantener siempre en dos vías: el trabajo muy estrecho con la gente y la movilización social, y la participación política, asociando a los ciudadanos y lo social con lo político, de manera de no ser como los partidos tradicionales en Paraguay, que se acuerdan de la gente cuando hay elecciones.
-¿Qué es el Congreso Democrático del Pueblo?
FA: -Desde el FG, junto con una veintena de organizaciones políticas y sociales, reconstruimos este espacio que en 2002 fue el que permitió frenar un avance privatizador y logró que se archivaran una ley de privatizaciones y otra antiterrorista. Rescatamos esa figura, y el 1° de marzo fundamos este espacio, que se plantea como objetivo concreto frenar el proceso de militarización y de privatizaciones de todos los recursos estratégicos, de empresas públicas y de todo el sistema de infraestructura vial, naviera y aeroportuaria. En ese sentido, nuestro apoyo al II Foro por la Paz en Colombia tiene mucho que ver con lo que nosotros entendemos que son las repercusiones del conflicto social y armado de Colombia en Paraguay, con la extensión de políticas muy similares de terrorismo de Estado.
-¿A qué te referís?
FA: -En Paraguay estamos viendo aspectos similares a los del proceso colombiano. Hay un proceso muy agudo de militarización que tiene consecuencias en términos de violaciones a los derechos humanos, que han aumentado en número y en intensidad. Si bien este proceso de militarización comienza a desarrollarse durante el gobierno golpista de Federico Franco [el vicepresidente que quedó en lugar de Lugo cuando éste fue destituido en un cuestionado juicio político], se asienta con la asunción de Cartes y con la aprobación de una modificación a la Ley de Defensa, que habilita al Poder Ejecutivo a militarizar cualquier zona del territorio nacional en defensa de “la seguridad del Estado”, un concepto abstracto y poco claro.
-Cuando hablás de la militarización de Paraguay, ¿te referís exclusivamente a los tres departamentos (San Pedro, Concepción y Amambay) en los que el gobierno de Cartes ha desplegado una Fuerza de Tarea Conjunta, que reúne a policías y militares en la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo?
FA: -Hablamos, por un lado, de este despliegue en tres departamentos del norte del país, y también de que en este preciso momento hay tropas militares estadounidenses en el norte del país colaborando con el “combate” al narcotráfico, la vieja excusa. Estamos hablando también de que después del golpe de Estado se instaló en el distrito de Santa Rosa un centro de ayuda humanitaria del gobierno de Estados Unidos, que en la práctica es también una base de operaciones de tropas militares, al que se suma una gigantesca pista de aterrizaje de aviones de gran porte que está en [el norte del país, en el aeropuerto] Mariscal Estigarribia.
-Volviendo al tema político: después de las elecciones de 2013, en las que la izquierda se presentó dividida, ¿hubo algún acercamiento, más allá de lo parlamentario?
RC: -La izquierda en Paraguay siempre fue débil. Hay que partir de esa realidad. Siempre tuvo muy pocos parlamentarios, cuando los tuvo. En 2008 todas las organizaciones progresistas nos unimos en torno a la candidatura de Lugo, pero no en las listas parlamentarias, y ganamos la elección porque se sumó el Partido Liberal Radical Auténtico [de centroderecha], pero toda la izquierda y centroizquierda obtuvo 12% y tres senadores. Ese mismo espectro obtuvo en 2013 28% de los votos y 11 senadores; como FG hemos constituido la multibancada, en la que están estos 11 senadores y un liberal. El FG está jugado a ser mayoría en 2018, y de hecho, desde las elecciones de 2013 Cartes se ha ido desprestigiando enormemente y han aumentado las divisiones dentro del PC, sobre todo de los sectores populares colorados, que se han ido acercando al FG. Para las elecciones municipales se están dando espacios de unidad muy importantes, en los que también están participando muchas de las bases coloradas y liberales. Además, hoy gran parte de los sectores de lo que se llamó Avanza País [una alianza de partidos escindidos del FG] están con el FG. Hubo varias fragmentaciones. El sector firmó el Acuerdo por Paraguay con Cartes. Lo que nosotros no vamos a hacer es un acuerdo con el señor Cartes; hay gente que ha optado por firmar acuerdos con él...
FA: -Acuerdos que le permitieron aprobar este paquete de leyes privatizadoras.
RC: -Hay algunos sectores que se autodenominan de izquierda que participaron en eso, pero nosotros con Cartes no queremos saber nada, porque representa al capital mafioso. Nosotros no vamos a pactar con sectores que, por más que se digan de izquierda, están con Cartes.
-¿Cuáles son los ejes de las movilizaciones que el FG tiene por delante?
FA: -Los partidos que formamos el FG somos una síntesis de diversas expresiones sociales, sindicales, estudiantiles y, fundamentalmente, del sector campesino, que históricamente ha sido el más grande y más adelantado en profundidad política. El FG es una expresión política que nace de la trayectoria, muchísimo más amplia, de estos sectores. Dentro del FG, muchos de nosotros reflejamos gran parte de la agenda social de estos sectores, como la lucha contra la precarización laboral, por la reforma universitaria, y, sobre todo, por la reforma agraria integral. Por supuesto, también una política de derechos humanos y de memoria histórica que busca juicio y castigo para los responsables del genocidio que ocurrió en Paraguay durante 35 años [en referencia a la dictadura de Alfredo Stroessner, de 1954 a 1989].
RC: -Nosotros estamos con la movilización más plena, creemos que la democracia tiene que ser participativa, el pueblo tiene que estar en las calles. Si sufrimos el golpe de Estado fue porque no tuvimos las condiciones para tener al pueblo movilizado, porque el proceso [del FG] era mucho más incipiente, teníamos menos raíces. No queremos volver a cometer ese error, tenemos las condiciones para no cometerlo, porque tenemos más raíces, queremos construirlas, y quizá para 2018 estén las condiciones para fortalecerlas y llegar con un pueblo movilizado y no simplemente por un resultado electoral. Creo que podemos tener un resultado legislativo mejor que el de 2008, podemos tener una base legislativa más importante, pero, además, y creo que es más importante, llegar con el pueblo movilizado.