Ante crecientes señales que indican la presencia del grupo jihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán, el mulá Akthar Mohamed Mansur, mano derecha del mulá Omar, el líder del Talibán, reivindicó en nombre de su organización la paternidad de la “resistencia” contra las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sus aliados en Afganistán. Lo hizo en una carta citada ayer por la agencia de noticias AFP, publicada después por varios medios, y que va dirigida al líder de EI, el autoproclamado califa Abu Bakr al Bagdadi. El mulá Mansur, que fue ministro cuando el Talibán controló Kabul (1996-2001), advirtió en la carta, publicada en persa afgano y pastún, los dos idiomas oficiales de Afganistán, así como en árabe y en paquistaní: “Si tomaran decisiones a distancia, perderían el apoyo de los eruditos, de los mujahidines [combatientes] y de los simpatizantes”. Agrega que “la jihad contra los estadounidenses y sus aliados debe librarse bajo un único estandarte”, el del Talibán.

Hace meses que las autoridades afganas advierten que EI avanza en su país. Varios combatientes y dirigentes del Talibán que estaban en desacuerdo con su actual liderazgo se declararon fieles a EI. Esto muestra un video, emitido en enero en páginas de internet islamistas, en el que se ven decenas de milicianos del Talibán renegar del mulá Omar, que también es considerado “emir de los creyentes” de Al Qaeda, para declararse fieles al líder de EI.

Este grupo jihadista tomó el control de varias áreas que estaban bajo dominio del Talibán en la provincia de Nangarha, en el este afgano, informó la agencia de noticias Europa Press. “Nuestra información muestra que los integrantes del Talibán, que estaban activos en esas áreas, han sido forzados a huir por los miembros de EI”, dijo el comandante del Cuerpo Militar Selab de la zona este, Mohamad Zaman Waziri, en una entrevista con la agencia afgana de noticias Pajhwok.

El 3 de junio, diez milicianos del Talibán fueron decapitados por supuestos miembros de EI en la misma zona, según un vocero del Ejército afgano, Numan Hatifi, citado por la agencia de noticias Efe. Días antes, a fines de mayo, integrantes de ese movimiento armado fuerte en Afganistán “retuvieron vivos a 12 supuestos guerrilleros de EI, incluidas cuatro mujeres de nacionalidad extranjera, aunque no está claro a qué país pertenecen”, según informó a la misma agencia Armando Pérez, un vocero de la OTAN en Afganistán. El mismo día, murieron 15 combatientes de EI y 12 del Talibán en el oeste del país.

En abril el presidente afgano, Ashraf Gani, confirmó que EI había cometido su primer atentado en el país, tal y como había reivindicado el grupo, y advirtió que Afganistán enfrenta “un nuevo tipo de guerra” protagonizado por “terroristas extranjeros”. EI está disputándole al Talibán el liderazgo en la lucha contra el gobierno afgano, y se le atribuyó en las últimas semanas la captura de integrantes de la minoría hazara y de musulmanes chiitas en varios lugares del país.

En el marco de este enfrentamiento entre los dos grupos islamistas, el Talibán intenta dar también una batalla mediática, y sabe que en esa área EI ha demostrado su superioridad. Según los analistas, fue en ese marco que el Talibán publicó en abril, cuando se cumplieron 19 años de su designación como líder, una biografía del mulá Omar. Ésta niega las versiones sobre su muerte y lo presenta como un personaje mítico, a medio camino entre el santo y el héroe.

Este enfrentamiento entre las dos organizaciones se enmarca en la visión de EI según la cual los musulmanes que no se le declaran fieles son tanto o más enemigos que los cristianos o los ateos. El grupo busca imponerse como la única autoridad entre los musulmanes, por lo menos entre los islamistas radicales. EI “mantiene aspiraciones para toda la región”, advirtió Pérez. Agregó que ése “es un asunto de gran preocupación” que la OTAN está siguiendo “muy de cerca”.

A su vez, el vocero del Ejército, Hatifi, dijo a Efe que los dos grupos luchan “por el control de las estratégicas zonas fronterizas [con Pakistán], muy importantes para reclutar y entrenar a los nuevos insurgentes”.