En buen español, algunos militantes de Ciudadanos dicen sentir un “cabreo supremo” por la actitud que ha tenido su líder en los últimos días. El diario El Mundo profundizó ayer sobre un tema que está desde hace días en la prensa española: militantes, dirigentes e integrantes de la Ejecutiva de Ciudadanos están molestos con el personalismo de su líder, y aseguran que Rivera ha estado frente a los micrófonos dando a conocer su postura personal como si fuera la del partido.

“Este fin de semana hemos visto cómo Podemos celebraba su Consejo Ciudadano para trazar su estrategia, y el PSOE, su Comité Federal. Nosotros, nada”, dijo uno de los dirigentes. Estas críticas a Rivera ya habían aparecido en la campaña electoral, en la que algunos lo acusaban de tener un estilo autoritario a la interna de un partido sin democracia interna.

El último de sus anuncios unilaterales fue que el 4 de julio Ciudadanos celebrará elecciones internas para definir su candidato para las elecciones generales, un asunto que, como el propio Rivera dijo, no fue conversado en los órganos de dirección del partido.

Sin embargo, Rivera sigue representando a Ciudadanos, y ayer mantuvo reuniones con los líderes de los partidos tradicionales, por separado. Los dos encuentros fueron a puertas cerradas y no hubo declaraciones oficiales, pero según informó la prensa española, hubo diálogos en buenos términos y principios de acuerdo tanto con unos como con los otros. Tanto el PP como el PSOE manifestaron que los acuerdos para lograr alianzas están en manos de las filiales de sus partidos en las comunidades autónomas.

También Podemos

Las conversaciones parecen estar más avanzadas entre el PSOE y Podemos, aunque todavía no hubo encuentro entre Sánchez e Iglesias. Algunos dirigentes socialistas ya están manifestando a los medios, sin identificarse, su molestia con presuntos cambios de posturas que ha tenido Podemos en las negociaciones. El único que amagó con hacer una crítica pública fue el ex presidente Felipe González, quien reclamó a la dirigencia de Podemos: “No les pidan a los demás que giren o no giren cuando ustedes están como las veletas”.

Mientras tanto, Iglesias parece estar relativamente conforme con la posición que ocupa su partido en el panorama político español, y en una conferencia de prensa causó risas cuando, bromeando, dijo: “Ahora Pedro Sánchez me llama”. En la misma instancia aseguró que Podemos no integrará los gobiernos socialistas, aunque sí está dispuesto a darles su apoyo para que lleguen al poder en lugar del PP.

Más allá de las declaraciones de los dirigentes nacionales, en distintas comunidades ha habido encuentros entre el PSOE y Podemos, y hasta se ha avanzado en algunos puntos, aunque no en los más espinosos, como las medidas para la transparencia o contra la corrupción.

En algunas regiones, como la Comunidad Valenciana, ya comenzaron las reuniones entre dirigentes locales para lograr acuerdos (el lunes hubo un encuentro de dos horas entre socialistas, Podemos y un partido local de izquierda, Compromís), mientras en otras ya empezaron los contactos pero sin grandes avances.

Las tratativas apuntan tanto a los gobiernos de las comunidades como de los ayuntamientos, que tienen diez días, hasta el 13 de junio, para reunir apoyos para asumir. Esto cambia en el caso de los parlamentos autonómicos: cada uno tiene un plazo distinto según su estatuto, y el que permite las negociaciones más extensas es Navarra, con un plazo de tres meses, al cabo de los cuales debe haberse conformado un gobierno o hay que convocar nuevas elecciones.

Pero el hecho de que en la Comunidad Valenciana se haya comenzado a dialogar temprano no significa que el acuerdo esté necesariamente al alcance de la mano. Allí el líder del PSOE, Ximo Puig, y la de Compromís, Mónica Oltra, quieren ocupar la presidencia; el PSOE obtuvo más votos (20,3% sobre 18,2%), pero Oltra cuenta con el respaldo de Podemos (11,2%) y pide que no se descarte la posibilidad de que sea ella quien lidere el gobierno comunitario.

El sillón del gobernante también está en juego en Aragón, donde el PSOE liderado por Javier Lambán y el Podemos de Pablo Echenique obtuvieron 21,5% y 20,5% de los votos, respectivamente. Allí Echenique ya advirtió que se siente legitimado para ser presidente. Estas cuestiones, informó ayer el diario Público, se dirimirán en el marco de las negociaciones.

Otro caso complejo es el de la Comunidad de Madrid: el PP obtuvo la mayor bancada, pero no la mayoría necesaria para garantizar un gobierno liderado por su candidata, Cristina Cifuentes. Una de sus alternativas es la de un pacto con Ciudadanos, pero el partido de Rivera se muestra reticente a pactar con el PP de Madrid, que en los últimos años ha sido centro de un escándalo de corrupción tras otro. En este sentido, no colaboró con el oficialismo el hecho de que ayer la Justicia diera a conocer las imputaciones de cinco integrantes del PP en el marco del caso Púnica.

El líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se reunió con el PP y el PSOE. Su apoyo será determinante para definir cuál de las dos formaciones se queda con el gobierno comunitario. “No tengo nada decidido”, dijo antes de agregar: “Vamos a hablar con todos para ver con quién tenemos más puntos de encuentro. Ver qué partido apuesta más por el cambio y con quién lo fijamos por escrito”.