Los números ajustados sí permitieron llegar a un acuerdo: hay que esperar el escrutinio definitivo. Sin embargo, la coincidencia de los tres candidatos que encabezaron la votación no llegó más lejos que eso. El candidato del Pro, Miguel del Sel, que llegó primero en las PASO y segundo de acuerdo al recuento provisorio de 95, 4% de los votos escrutados, denunció que sucedieron “cosas bastante extrañas”. El candidato del partido que lidera el jefe de gobierno porteño y candidato a presidente, Mauricio Macri, insistió en la necesidad de despejar dudas. “Tanto nosotros como la gente queremos saber el resultado final, porque si no, vamos a empezar a desconfiar de nuestra democracia, y es lo peor que nos puede pasar como país y sociedad”, aseguró.

En tanto, el socialista Miguel Lifschitz, candidato del gobernador saliente, Antonio Bonfatti, del Frente Progresista Cívico y Social, dijo que aunque ganó la elección de ayer por “muy poquitos votos” (son 2.128) y es necesario esperar el recuento definitivo, “no hay ninguna posibilidad de fraude, no hay forma”. Por último, el candidato del gobierno nacional, Perotti, pidió “abrir las urnas” y consideró que hubo un “triple empate”.

Del Sel y Lifschitz dialogaron ayer en un programa del canal TN. “Hay que pensar en la gente”, dijo el macrista al socialista. “Necesitamos todos que el resultado sea claro e insospechado”, insistió. Se refirió así a las más de 300 mesas que fueron invalidadas por diferentes irregularidades en toda la provincia. El candidato a vicegobernador del Pro, Jorge Boasso, fue todavía más allá con las acusaciones; advirtió que todavía están “en plazo para pedir la nulidad y elección complementaria” en las 347 mesas no contabilizadas que, según estimó, “significan más de 100.000 votos”. También advirtió que los fiscales de su partido no entendieron por qué “se declararon irregularidades.

Además, señaló que hubo “un parate de tres horas cuando se llevaba escrutado 93% de los votos” y que en ese lapso la cantidad de telegramas (con los resultados de cada urna enviados por los presidentes de mesa) desestimados pasaron de 188 a 304.

“Hay una decisión política que manifestó Macri anoche: pedir la apertura de todas las urnas y el conteo voto por voto. Sólo eso les dará a estas elecciones transparencia, credibilidad y certeza”, había insistido el candidato a vicegobernador macrista.

Sin embargo, el socialista respondió a Del Sel que “el escrutinio es prolijo. Lo que pasa es que la diferencia es pequeña y esta situación admite muchas interpretaciones”. “Cualquiera de los tres puede especular que con las más de 300 mesas que falta escrutar les pueda significar una victoria”, agregó Lifschitz.

Los tres candidatos se mostraron confiados en su victoria ayer, pero deberán esperar dos semanas para un eventual festejo. Según anunció ayer el presidente de la Corte Suprema de Justicia y titular del Tribunal Electoral provincial, Roberto Falistocco, es el tiempo “razonable” que demoraría el conteo definitivo de los sufragios, que empieza mañana. En las PASO de abril, el Pro le ganó por 3.393 votos al Frente Progresista Cívico y Social y los resultados provisorios del domingo le adjudican al socialista 2.128 votos de ventaja ante el macrista. En cuarto lugar, Oscar Cachi Martínez, del Frente Renovador, el partido del ex kirchnerista Sergio Massa, candidato a presidente, obtuvo 66.962 votos -bastante menos que los 131.313 que obtuvo en las PASO- y Octavio Crivaro, del Frente de Izquierda, pasó de 39.040 a 42.394 sufragios.