“Al principio la posición del gobierno era que el cese del fuego sólo ocurriría con el acuerdo. En ese punto hemos cambiado. Estamos dispuestos a aceptar un cese del fuego, aun antes de la firma de un acuerdo, en la medida en que sea serio, bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de que ellos asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional e internacional. Que no conviertan esto en una especie de payasada”, dijo el jefe negociador gubernamental, Humberto de la Calle, en una entrevista publicada el domingo por el organismo estatal colombiano Oficina del Alto Comisionado para la Paz en su página web. En la misma entrevista, el que lidera el equipo que negocia con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en La Habana advirtió que el proceso de paz va a durar “poco” más, sea porque el gobierno podría retirarse debido al recrudecimiento de los ataques de las FARC, sea porque se va a lograr un acuerdo.

A fines de mayo, las FARC rompieron el cese al fuego unilateral que mantenían, en respuesta a un bombardeo militar en el que murieron 27 de sus combatientes, entre ellos un ex negociador de paz, conocido como Jairo Martínez. Desde entonces, la guerrilla multiplica los ataques a torres de alta tensión, oleoductos y carreteras. Esto provoca daños ambientales y afecta a la población, por lo que la última encuesta de la empresa Gallup, citada por la agencia de noticias Reuters, arrojó que el apoyo de los colombianos a las negociaciones cayó hasta 45%, su nivel más bajo desde que empezaron, mientras aumentan los partidarios de una salida militar del conflicto. En su declaración cotidiana, las FARC no comentaron ayer las declaraciones de De la Calle. El vocero de la guerrilla, Luis Antonio Losada, conocido como Carlos Antonio Lozada, puso el foco en la necesidad de comenzar a aplicar los acuerdos en materia de drogas y cultivos ilícitos, para alcanzar la paz.