Grecia envió su propuesta al Eurogrupo con copia a la Comisión Europea, previa consulta con el jefe del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pero no al Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno griego parece proponer la expulsión del FMI y la inclusión del Mecanismo Europeo de Estabilidad, una posibilidad que ya se había manejado, en 2013, en el Comité Ejecutivo del BCE para aplicar cuando terminara el golpe fuerte de la crisis económica, pero que había sido descartada por Alemania.

En todo caso, la terminología de la economía europea ha cambiado: la mayoría de los medios europeos ya no habla de “la troika” sino de “los acreedores” y no se menciona “rescate” sino “préstamo”. Estos cambios en el lenguaje comenzaron en febrero, cuando se manejó la posibilidad de desarmar la troika. Esta tríada se vio debilitada en 2013, cuando el FMI reconoció que la austeridad impuesta a Grecia había agravado la recesión más de lo previsto. También reconoció que la quita de deuda griega que se dispuso en 2012 debió hacerse antes, por lo cual responsabilizó a otros países de la UE, preocupados por cómo afectaría a sus bancos esa medida.

La acción de la troika fue rechazada en 2014 por el Parlamento Europeo (PE), por la “falta de transparencia y de democracia” en sus decisiones. En el PE “quedó claro que nadie se responsabilizaba políticamente por la actuación de la troika”, dijo la eurodiputada Elisa Ferreira en varias entrevistas en ese entonces. “La agenda económica europea no puede ser tomada por tres tecnócratas, sin legitimidad ni escrutinio”, agregó.

La recomendación del PE de que se desintegrara la troika, realizada en febrero de 2014, fue retomada un año después por el presidente de la CE, Juan-Claude Juncker. “La troika es poco democrática, le falta legitimidad democrática y deberemos revisarla cuando llegue el momento”, aseguró en febrero, antes de afirmar que ésta ha “pecado contra la dignidad de los pueblos, especialmente en Grecia y Portugal”. Su propuesta fue apoyada por algunos países, como Italia y Francia, pero rechazada por Alemania, por lo cual quedó por el camino.